La Cámara de Casación castigó con 23 años de prisión a Sergio Leiva Pérez, alias "El Negro Sombra", como "coautor" del secuestro de Mirta Fernández, la hija de un empresario que fue violada durante su cautiverio y a quien le cortaron un dedo, hecho que tuvo lugar en agosto de 2003. La medida fue dictada por la Sala I del Tribunal, con la firma de los jueces Juan Basavilbaso, Liliana Catucci y Raúl Madueño, que confirmó la condena que en abril de 2007 había dictado el Tribunal Oral Federal Nº 1 (TOF1) de San Martín. En aquella oportunidad, además de Leiva, el TOF1, integrado por los jueces Lucía Larrandart, Marta Milloc y Enrique José Manson, habían condenado a 23 años de cárcel a Horacio Abel "Lala" López y a 22 años al ex policía Juan Carlos Gómez, en tanto que habían absuelto a Mario Ibarra y Víctor Manuel Valenzuela. En la resolución de Casación, de más de 20 carillas, también se redujo a 20 años la pena al ex policía Gómez, quien habría sido el encargado de vigilar a Fernández durante su cautiverio. La defensa de Leiva había cuestionado el hecho de que la culpabilidad de su cliente se sostuvo con el principal testimonio de la víctima, quien lo reconoció en una fotografía y luego en rueda de personas. "Nunca sabremos si la víctima estaba reconociendo a quien ya había apuntado en el reconocimiento fotográfico que se realizara con anterioridad", sumado a que "en ese momento la foto de mi asistido aparecía en todos los medios gráficos de prensa", alegó la defensa. Pero el planteo fue desestimado por los camaristas, al considerar que "la víctima no dudó en reconocerlo". "Corresponde distinguir entre las medidas investigativas como es el reconocimiento fotográfico, de las medidas de prueba como es el reconocimiento en rueda de personas que además se concretó con resultado positivo", aclararon los magistrados. Por otro lado, hicieron lugar al planteo de la defensa de Gómez y le rebajaron la pena a 20 años de prisión, pese a que la ley sólo lo permite en aquellos casos en que el acusado demuestre no ser autor o coautor del ilícito. Fernández fue secuestrada el 19 de agosto de 2003 a bordo de su camioneta 4x4 cuando se dirigía a su vivienda en la localidad bonaerense de Don Torcuato. La camioneta fue interceptada por un grupo armado con fusiles FAL que se llevó a Fernández tras tirotearse con un custodio de la zona, y tras extensas negociaciones de casi un mes, habrían cobrado un rescate de 340 mil pesos. Durante el juicio, Fernández contó que durante su cautiverio fue golpeada, "picaneada" y violada, e incluso sufrió la amputación del dedo meñique de la mano derecha para ser enviado a su familia, con el fin de presionar para el cobro del rescate. Además, el ex policía Gómez se había enamorado de la víctima, lo que permitió finalmente que la banda fuese detenida.
La Justicia corroboró el fallo al delincuente por el rapto y mutilación de Mirta Fernández en agosto de 2003. A su vez, redujo a 20 años la pena al policía que habría "cuidado" a la mujer durante su cautiverio
De esta forma se confirmó la condena de 23 años de prisión dictada al delincuente Sergio Orlando Leiva Pérez, conocido como El Negro Sombra, por el secuestro de Mirta Fernández, quien fue mutilada durante su cautiverio en el año 2003. Al mismo tiempo, redujeron dos años de prisión al policía que la "cuidó" durante su encierro.
La resolución fue tomada por la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal, que ratificó los 23 años de encierro impuestos a Sergio Leiva Pérez, y redujo dos años de pena -de 22 a 20- al policía federal Juan Carlos Gómez, por considerar que colaboró al confesar el hecho e identificar a algunos miembros de la banda.
Ambos habían sido condenados el año pasado junto a Horacio Abel Lala López, quien entonces recibió 23 años de prisión.
Un secuestro de película
La víctima fue secuestrada el 19 de agosto de 2003 a bordo de su camioneta 4x4. Se dirigía a su vivienda en Don Torcuato cuando fue interceptada por hombres armados con fusiles FAL. Luego de tirotearse con un custodio de la zona, la raptaron. Los delincuentes negociaciaron casi un mes y habrían cobrado un rescate de 340 mil pesos.
Luego, durante el juicio, Mirta Fernández contó que durante su cautiverio fue golpeada, picaneada y violada. Hasta reveló la amputación del dedo meñique de la mano derecha que fue enviado a su familia para atemorizarla y forzar un pago por su rescate.
El caso se resolvió al mejor estilo Hollywood: el ex policía Gómez se habría enamorado de la víctima y permitió a la Policía la ubicación del lugar donde se encontraba secuestrada.
El mítico delincuente tiene antecedentes más oscuros que su apodo: fue encontrado culpable de los asesinatos de dos jóvenes en 2002 y también fue imputado en varias causas, como los secuestros de los padres de Jorge Rodríguez y Leonardo Astrada, entre otros.
