El Partido Libertario inauguró su primer local en el municipio con un fuerte mensaje de compromiso vecinal, denuncias de presiones y el objetivo de "devolverle el poder a los vecinos".
En un acto que combinó militancia de base y una crítica frontal al establishment político, el Partido Libertario inauguró su primer local en Tigre, marcando un hito en su expansión territorial en la provincia de Buenos Aires. La apertura del espacio, ubicado en Troncos del Talar, fue una declaración de principios que resonó en las voces de sus principales referentes, quienes se presentaron como ciudadanos comunes cansados de las prácticas tradicionales.
La candidata a primera concejal, Dra. Laura Noli, destacó el carácter vecinal de la lista: “Somos todos vecinos, queremos trabajar para un Tigre mejor”. Noli remarcó el orgullo de encabezar una fuerza integrada por "profesionales" y "referentes de zonas de Tigre", un "partido puro" de gente comprometida a no traicionar su línea ideológica. En un claro rechazo a las alianzas políticas, fue tajante: “¿Cómo puedo estar yo con un vecino que me votó y en dos años irme al peronismo? No, no va”.
Por su parte, el concejal Diego Avancini se refirió a la necesidad de coherencia política. “Si venimos a cambiar, venimos a cambiar en serio, no a ser gatopardismo”, sentenció, aludiendo a la idea de un cambio superficial para que todo siga igual. Avancini denunció las presiones que el espacio sufre: “Sufrimos a la mafia, nos apretaron, nos vandalizaron el auto”, y enfatizó que ninguno de los candidatos vive de la política. “La mafia tiene nombre y es Sebastian Pareja”, acusó el edil.
El concejal Juan José Cervetto, en tanto, reivindicó el carácter histórico del local, el primero de la fuerza en la provincia. Cervetto destacó los logros legislativos del espacio y la importancia del contacto permanente con la gente, contrastando su trabajo con el de otros dirigentes que "no salen a recorrer los barrios". El dirigente cerró su intervención con un mensaje contundente: “La misión que tienen es la de devolverle el poder a los vecinos, el cual está secuestrado por los políticos de turno”.
La inauguración del local no solo simboliza la expansión del Partido Libertario en Tigre, sino que también consolida su estrategia de diferenciación política. La fuerza se posiciona como una alternativa "de cercanía" al oponer el trabajo constante con los vecinos a la “política de campaña” que, según sus referentes, practican otros partidos.
La mención a proyectos que, de iniciativas opositoras, se transformaron en medidas adoptadas por la gestión municipal –como la ampliación del acceso a Bancalari– busca demostrar capacidad de incidencia y de "marcar agenda" en la política local. Este enfoque intenta contrarrestar la crítica de ser un partido sin experiencia en la gestión, presentando una narrativa de eficiencia y visión a largo plazo.
Las declaraciones de los referentes libertarios —en las que se acusa a la “mafia” y se condena el “gatopardismo”— refuerzan su identidad como un espacio ajeno a las estructuras de poder tradicionales. Al presentarse como “vecinos” y “profesionales” que no viven de la política, buscan conectar con un electorado desilusionado y qué percibe a la clase dirigente como una casta desconectada de sus problemas.
El nuevo local del Partido Libertario en Tigre no es solo un punto de encuentro, sino una declaración de principios. La fuerza busca establecerse como una alternativa tangible y coherente, con el compromiso de "devolverle el poder a los vecinos". En un escenario político fragmentado y con un electorado cada vez más crítico, el desafío de la fuerza será capitalizar este impulso y traducirlo en votos, manteniendo su mensaje de transparencia y cercanía.