Un parabrisas autolimpiante

TECNOLOGIA: EL DISEÑADOR ITALIANO LEONARDO FIORAVANTI LO PRESENTARA EN UN PROTOTIPO LA PROXIMA SEMANA

Se creó un vidrio que gracias a un tratamiento especial "empuja y expulsa" la suciedad y el agua. El limpiaparabrisas nació como un simple brazo metálico unido por resortes a una lámina de goma resistente. En un principio era manual, obvio. Más tarde fue mecánico y con otros adelantos, aunque estas escobillas son una de esas partes de los autos que han quedado prácticamente inalteradas desde su nacimiento, allá por el año 1905 cuando la norteamericana Mary Anderson patentó el dispositivo. Lo cierto de hacer estar introcucción histopria es que podríamos estar ante su despedida en unos años más. Así es. Un reconocido diseñador italiano, Leonardo Fioravanti, un ex colaborador del estudio Pininfarina por años, presentará dentro de unos días un prototipo que se destaca, entre otras innovaciones, por la de no necesitar limpiaparabrisas. Según trascendió en los últimos días, el parabrisas de este vehículo llamado Hidra, que tiene previsto debutar en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, tiene aplicada una combinación de nanotecnología con un sofisticado tratamiento sobre la superficie del parabrisas, que no necesita de un barrido para estar limpio y claro en todo momento. Esto es posible gracias a la utilización de la nanotecnología como solución. Una de las tantas definiciones: "es un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas". ¿Más sencillo? Podemos decir así, que se trata de un tratamiento especial sobre el vidrio que incorpora cuatro capas. La conjunción y el trabajo de estas cuatro capas "inteligentes" provocan la reacción de barrido de manera constante. Esto es: la primera de ellas está hecha a base de dióxido de titanio, que sirve para filtrar el sol, además de ser fuertemente hidrorepelente. La segunda capa está confeccionada de un polvo microscópico que se utliza para "empujar constantemente la suciedad a los bordes del vidrio de manera que no obstruya la vista". En un tercer espesor, se destacan ciertos sensores que detectan la suciedad y activa la segunda capa. Finalmente, la última capa es la mas tecnológicamente avanzada, y se encarga de hacer llegar la energía eléctrica que acciona a todo el mecanismo. Si bien el prototipo Hidra es aún solo un vehículo de prueba, el diseñador Fioravanti ha declarado que esta tecnología ya está funcionando y "podría llegar a producirse en masa en unos cinco años". El estudio de diseño presentará este vehículo como marco de la celebración de sus 20 años de actividad. Según su diseñador, el Hidra encaja dentro de los que se denomina MPC, "Multi Purpose Coupé", que sería algo así como un monovolumen con formas de coupé, de cinco plazas, cuatro puertas y un techo panorámico que extiende su línea hasta unirse con la luneta trasera. La historia del limpiaparabrisas se remonta a hace más de 100 años, cuando Mary Anderson, una norteamericana que nada tenía que ver con la incipiente industria automotriz. En un viaje desde Alabama a New York en tranvía notó que en todo el recorrido el motorman debía detenerse y salir continuamente a limpiar la suciedad, el agua y el hielo que se impregnaban en el parabrisas. Así, decidió crear el primer sistema del limpiaparabrisas. Aunque no le fue fácil patentar su idea, finalmente lo logró en 1905. Desde el año 1916 fue equipamiento de serie en los vehículos americanos.