En la historia pilarense del delito no se conoce nada igual. Una banda integrada por tres chicas cometió varios asaltos en la madrugada de ayer. Ninguna de ellas supera los 17 años y todas esgrimían cuchillas y navajas. Pero además demostraron una notable saña con, al menos, una de sus víctimas porque sólo le dejaron parte de su ropa interior, llevándose el resto de sus prendas.
Las tres precoces delincuentes fueron aprehendidas por personal de la Comisaría 1ª de Pilar luego de que la mujer llegara semidesnuda para hacer la denuncia. Una tiene 15 años, otra 16, la tercera 17, y todas se domicilian en el barrio Monterrey de Presidente Derqui.
De acuerdo a voceros policiales, poco después de la 1 de la madrugada de ayer, entró a la comisaría una mujer que dejó estupefactos a todos: sólo tenía puesta su bombacha. Es que apenas 10 minutos antes había sido asaltada por las tres adolescentes muy cerca de la intersección de Ituzaingó y Tucumán, pleno centro de la ciudad de Pilar, a metros de la comisaría y de la fiscalía local.
La mujer, de 25 años, relató que vive en Villa Rosa y retornaba de trabajar cuando fue interceptada por la inédita gavilla. Primero la amenazaron de muerte con una cuchilla y luego sacaron a relucir filosas navajas. La trabajadora les explicó que no tenía dinero y ellas le dijeron que no se hiciera problema: se llevarían su ropa y su calzado.
De ese modo primero le robaron su cartera con escasos 50 pesos, un celular, su DNI y algunos cosméticos. Luego un bolso con su uniforme de trabajo y finalmente, para gran desazón y vergüenza, le exigieron la entrega de sus sandalias, la pollera, camisa y hasta el corpiño. Una de ellas no dejaba de amenazarla con "hacerte una cicatriz en la cara para toda la vida", al tiempo que le pasaba frente a los ojos una navaja.
Búsqueda
Después de que la abandonaran la mujer se tapó con lo que encontró en la calle y corrió hasta la seccional de calle Tucumán. Rápidamente los policías le buscaron unas prendas de vestir y después tomaron su denuncia. Pero como el insólito atraco ocurrió pocos minutos antes, el teniente 1º Pablo Donato y el oficial José Ferrari cargaron a la joven mujer en un patrullero y comenzaron un rastrillaje que tuvo resultado positivo. Es que muy cerca del encuentro de Uruguay y Lagomarsino (ex ruta 8) fueron avistadas.
Ni bien vieron el móvil intentaron escapar en diversas direcciones, pero los dos policías fueron más rápidos. Una ya se había puesto la pollera, otra la camisa y el corpiño, y la última las sandalias. La mayor, de 16 años, tenía la cartera, el celular y el bolso con el uniforme de trabajo, todos elementos reconocidos por la asaltada. Sin embargo el botín obtenido durante la noche se extendía a dos equipos Nextel y otros dos celulares. Ninguno le pertenecía y eso daba la pauta de que andaban asaltando "al boleo".
De las tres armas blancas los uniformados sólo encontraron la cuchilla a unos 10 metros, presumiéndose que se descartaron de las navajas ni bien vieron las azules balizas policiales. La mujer recuperó todas sus pertenencias y continuó hacia su localidad, mientras que ellas fueron trasladadas a la dependencia policial para ser identificadas. Dos viven en Ecuador 343 del barrio Monterrey en Derqui, y la cómplice restante en Chubut 532 del mismo barrio.
Pero la noche negra no había finalizado porque a los pocos minutos de ser ubicadas en el salón de la guardia, comenzaron a reprocharse, no el hecho de salir a delinquir, sino por el camino elegido para escapar. De los insultos y gritos, a las patadas, tiradas de pelo y revolcones en el piso de la comisaría transcurrieron segundos, hasta que los oficiales lograron separarlas.
Dos horas más tarde, y de acuerdo al mandato del Juzgado de Menores en turno de San Isidro, las tres integrantes de la "banda de las nenas", fueron retiradas por sus progenitores recuperando la total libertad.
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