Racing se chocó con el Matador

El envión anímico de los dirigidos por el Chocho Llop después de su primer triunfo en el campeonato (ante Argentinos), se frenó cuando se encontró con el equipo de Cagna. La mala suerte parece tomar nuevamente de la mano a los de Avellaneda: Moralez lo tuvo varias veces pero no pudo quebrar el arco de los de Victoria. Fue un partido de mucha fricción, los dos terminaron con 10.

Daniel Raffa no pensaba que se iba a encontrar con semejante panorama, los equipos salieron a matar o morir y muchas veces privilegiaron la pulseada al juego. Por esto y la mala suerte de Racing, el partido terminó empatado sin goles. El envión anímico de La Academia después del empate en el clásico de Avellaneda y la victoria de la fecha pasada, frente a Argentinos, hicieron lo suyo para levantar la moral de un equipo que venía de caída en caída. Así, pasó la semana y las expectativas de la hinchada y el plantel iban en aumento, pero el partido llegó y la cosa fue bastante diferente a lo imaginado por todos. El Matador se plantó y a falta de ideas, buscó la falta para frenar las jugadas de los de Avellaneda, que no se quedaron atrás a la hora de jugar fuerte. En el primer tiempo, la cosa fue bastante tranquila, con algunas jugadas interesantes y las pinceladas de buen fútbol que metió el Enano Moralez, además de jugadas que pudo cambiar por gol. El entretiempo llegó y la presión era cada vez peor. Los hombros cargados de los entrenadores –Juan Manuel Llop y Diego Cagna-, ávidos de una victoria, se transformaron en plomo, algo similar a lo que tenían los botines de la mayoría de los jugadores. La fricción y las jugadas duras, sin hablar de las faltas innecesarias y groseras que se vieron en ese campo de juego que más que cancha fue un cuadrilátero, signaron el cortejo. ¿El desenlace? En Tigre, Diego Castaño se fue expulsado a los 12’ del segundo tiempo. En Racing vio la tarjeta roja Gabriel Mercado, a los 17’ del complemento. La historia ya estaba escrita y lo único que se podía esperar en el descuento fue alguna que otra falta y la falta concreta de ideas. Se repartieron golpes y lo mismo hicieron a la hora de los puntos.