El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó hoy que la iniciativa de un grupo de legisladores de la oposición republicana de formarle juicio político tiene el objetivo de “cerrar” el gobierno por falta de financiamiento.
“No sé muy bien por qué, pero simplemente sabían que querían acusarme; y ahora, lo mejor que puedo decir es que quieren destituirme porque quieren cerrar el gobierno”, dijo el mandatario esta noche, según la televisora CNN.
Biden vinculó la iniciativa con el inminente enfrentamiento entre demócratas y republicanos acerca de la financiación del gobierno.
Si no hay acuerdo en el Congreso antes del 30 de septiembre, el gobierno deberá dejar de funcionar, tal como es usual en Estados Unidos en estos casos.
La emisora señaló que el jefe de la Cámara de Representantes y principal impulsor de la posibilidad de someter a juicio político a Biden, Kevin McCarthy, “enfrenta profundas divisiones” dentro de su bancada republicana acerca de cómo manejar ese asunto.
“Me levanto todos los días, no es broma, no estoy concentrado en el juicio político, tengo un trabajo que hacer, tengo que lidiar con los problemas que afectan al pueblo estadounidense todos los días”, agregó Biden.
Más temprano, la Casa Blanca insistió en que el presidente "no hizo nada malo", después de que legisladores republicanos iniciaran una investigación para un posible juicio político por las supuestas actividades ilegales de su familia.
"Han aparecido sin pruebas, el presidente no hizo nada malo", expresó la secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, quien detalló que la investigación por juicio político, centrada en los negocios en Ucrania del hijo de Biden, Hunter, está basada en "acusaciones infundadas".
"Ellos mismos han dicho que no hay pruebas, esto es un truco político", mencionó y agregó que Biden "hablará al pueblo estadounidense" sobre su prioridad, la economía, en un discurso en el estado de Maryland mañana.
Hunter Biden, de 53 años, con un pasado de adicción a las drogas, está actualmente bajo investigación por un fiscal especial del Departamento de Justicia por posible evasión de impuestos y se espera que sea acusado a finales de este mes por una infracción de posesión de armas de fuego.
Además, quedó en la mira por los negocios que hizo con China y Ucrania cuando su padre era vicepresidente.
El proceso de juicio político se produce mientras Biden enfrenta malos números en las encuestas antes de una probable nueva contienda con el expresidente Donald Trump en las elecciones presidenciales del próximo año, consignó la agencia de noticias AFP.
McCarthy cedió ante la intensa presión de la derecha trumpista de su partido y autorizó ayer el comienzo del proceso de juicio político.
La indagación estará dirigida por el presidente del Comité de Supervisión y Transparencia, James Comer, el presidente del Comité de Asuntos Judiciales, Jim Jordan, y el presidente del Comité de Medios y Arbitrios, Jason Smith.
La Constitución estadounidense establece que el Congreso puede destituir al presidente por "traición, soborno u otros delitos graves y faltas".
Tres presidentes fueron acusados: Andrew Johnson en 1868, Bill Clinton en 1998 y Trump en 2019 y 2021.
Sin embargo, nunca un presidente fue destituido en un juicio político en la historia de Estados Unidos.
Richard Nixon renunció en 1974 para evitar una destitución segura por parte del Congreso a causa del escándalo Watergate, desatado por el robo de documentos en el complejo de oficinas Watergate de Washington, sede del Comité Nacional del Partido Demócrata, y el posterior intento de la administración Nixon de encubrir a los responsables.
Es por ello que los demócratas respondieron que estos esfuerzos de la derecha no son más que cortinas de humo utilizadas para ocultar los problemas legales que se le acumulan a Trump, inculpado penalmente cuatro veces en menos de seis meses.