Hace tres años que las ganas de aprender funcionan en el Barrio Las Tunas de Pacheco
A principios de 2009 docentes, alumnos y vecinos se encontraron en la dificultad de no contar con un espacio físico para que el Bachillerato continúe su camino, por eso el jueves pasado realizaron una clase pública en el Playón Municipal, para explicar a la comunidad la situación y solicitar una respuesta de las autoridades.
La urgencia llevó a la comunidad que integra el bachillerato a decidir ocupar un terreno ubicado en Sargento Cabral y Callao, que hace siete años está en desuso.
En este contexto es cuando el Estado aparece, con su representante y concejal del Frente Para la Victoria, Ana Grandi argumentando que el lugar fue cedido en 2002 por la Municipalidad de Tigre para el funcionamiento de una Sociedad de Fomento, con fines sociales a favor de la comunidad. El Bachillerato reclama el espacio que no está en uso para poder llevar adelante el proyecto.
A principios de la semana pasada se comunicaron con diferentes autoridades del municipio con el fin de conocer los motivos por los cuales no pueden usar el espacio, que hasta el momento no cumple ninguna función. También dejaron en la mesa de entradas de la Municipalidad un petitorio –dando inicio a un expediente- para que les cedan el lugar y poder seguir desarrollando las actividades que hasta el momento efectúan, generada desde el vecindario y para la población de Tigre.
Maximiliano García es un docente de distintas escuelas públicas de Tigre, además de bachilleratos populares; y fue parte de la clase pública que se desarrolló el jueves: “un centenar de personas participaron de la actividad, también se acercaron vecinos para preguntar que estaba pasando; se explicó de que se trata un bachillerato popular, cual es la diferencia con los secundarios, qué tipo de educación es la popular… fue una clase pública y abierta”.
También confirmó que fueron muy bien recibidos por el titular de la Secretaria Legal y Técnica de Tigre, Raúl Botelli, para discutir el expediente ingresado la semana pasada, quien les aseguró –esta vez- que el terreno estaba destinado a “obras hidráulicas”, y no ya a la supuesta Asociación de Fomento de la concejal. El funcionario también les prometió una entrevista con el Secretario General del Municipio, Diego Santillán, pero aclaró que en definitiva, “todo se define entendiendo que es una cuestión política”.
Este Bachillerato popular es un emprendimiento de la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares (CEIP) y funciona en coordinación con otras cooperativas. Son aproximadamente 60 alumnos los que participan de este espacio. “Nosotros pedimos el terreno para la comunidad, para el barrio, para el uso público” volvió a aclarar Maximiliano, docente del Bachillerato Pupular.
Por el momento, las clases se dictan en la calle, frente al terreno que reclaman, donde también realizan un acampe y se encuentran en estado de Asamblea permanente para lograr que este proyecto, generado desde la urgente necesidad popular.
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