Hernán Ianonne, el joven que estuvo 26 días secuestrado en 2006, reconoció un tacho y vigas de madera de la casa del partido bonaerense de Tigre donde estuvo cautivo Ariel Perretta, como los mismos objetos que vio en el lugar donde él estuvo privado de su libertad.
Fuentes de la investigación informaron que esa diligencia fue ordenada por el fiscal federal de San Martín, Jorge Sica, a cargo de la causa por el caso Iannone, en la vivienda ubicada en Céspedes y Caseros del barrio "Las Tunas", en dicho partido de la zona norte del conurbano.
Iannone estuvo en esa vivienda y señaló a los investigadores que encabezaron la diligencia que el tacho donde él hizo sus necesidades durante su cautiverio era el mismo que allí se encontraba, dijeron los informantes.
Según las fuentes, el joven además reconoció vigas de madera del techo, con inscripciones en tiza azul, de una habitación como las que vio al estar cautivo desde su captura el 16 de noviembre de 2006 en José C. Paz y su liberación 26 días después en Los Cardales, tras el pago de 300.000 pesos por su rescate.
Los pesquisas creen que esa casa de "Las Tunas" no sólo es la misma en la que estuvieron cautivos Iannone y Perretta, sino también donde estuvo el empresario del transporte Franco Andreola, secuestrado en 2007.
En marzo de ese año, investigadores antisecuestros allanaron una casa ubicada en la calle Cuzco, la localidad de Tortuguitas, y creyeron haber encontrado el lugar de cautiverio de Ianonne, lo que quedó en dudas.
Se trató de una pequeña habitación situada en el fondo de la propiedad, cuyas ventanas habían sido tapiadas.
En ese mismo operativo, también fueron detenidas 13 personas acusadas de haber formado parte de la "célula" de la banda de secuestradores encargada de cuidar de la víctima.
En tanto, los datos aportados ahora por Ianonne en el reconocimiento de Tigre también servirán para la investigación del caso Perretta, a cargo del fiscal federal de Morón Marcelo Fernández.
Ariel Perretta (24) fue secuestrado el 10 de abril cuando llegaba en su Peugeot 206 a la fábrica de filtros para automóviles de su padre en la localidad de San Justo, partido de La Matanza.
Los secuestradores pidieron un rescate de 3.000.000 de dólares y a lo largo del cautiverio dejaron como prueba de vida un casete con la voz de Ariel y una carta manuscrita por el joven.
El muchacho fue rescatado por la policía sano y salvo y sin que se pagara el rescate, la noche del 26 de abril gracias a un llamado al 911 de una mujer anónima que dio la dirección de la casa donde el joven se hallaba encadenado a una pared.
Por el caso hay siete personas detenidas, una de las cuales confesó ante la Justicia haber propiciado la vivienda para mantener al joven cautivo.
Ese sospechoso, Julio "El Uruguayo" Rosales, también señaló que el secuestrador que actuaba como "cuidador" de Perretta era el ex policía Luis Abel Pratto, quien murió al descompensarse cuando escaparon por los techos cuando la policía rescató al chico.
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