En la previa, Gustavo Alfaro había pensado un equipo con Martín Galmarini en su posición habitual y con Erik Godoy en el extremo izquierdo de la defensa, sin embargo una molestia estomacal del Patito debió cambiar sobre la hora aquellos planes y así pensar en el ingreso de Nicolás Pantaleone, en la posición de lateral por izquierda, colocando al Mudo en el carril derecho. No obstante, el rendimiento de la defensa terminó siendo aceptable.
Tigre buscó el gol durante todo el partido ante un Banfield imprecisito y mal parado en su retaguardia. Esta inestabilidad del visitante se aprovechó con llegadas peligrosas y un juego aplomado que desde hace tiempo que no se lo veía al Matador.
En los primero minutos el Chino Luna pudo abrir el marcador con un remate de cabeza tras un centro de Jorge Rodríguez, pero no logró darle la dirección correcta y se perdió por arriba del travesaño.
La caída del arco defendido por Fernando Pellegrino se produjo en el minuto 25 de esa primera etapa, y de la manera más espectacular posible. Federico González encaró por derecha a un defensor que a pura gambeta se lo sacó de encima, apuntó al arco y la clavó de zurda al ángulo más lejano, a pesar de la estirada del golero del Taladro.
Con la ventaja se incrementó el juego de Tigre, los desbordes con llegadas de volantes y laterales dejaron a Banfield reducido a un puñado de nervios e imprecisiones. El segundo gol llegó gracias a una acción colectiva que involucró a Horacio Orzán, el Chino Luna y definida por Facundo Sánchez en posición de delantero centro. Un deleite táctico para aplaudir de pie.
En el inicio del segundo tiempo, por razones lógicas, el Matador esperó el desgaste de su rival cediéndole la pelota y esperando para el contragolpe. En esos momentos, Banfield pareció sentirse más cómodo e intranquilizó en varias jugadas a la defensa e hizo revolcarse en más de una ocasión a Javi García. Cuando el reloj marcaba el minuto 24 del segundo período una pelota que quedó sin dueño, tras un tiro de esquina, le cayó a Iván Rossi quien desde afuera del área venció por única vez al arquero tigrense.
A pesar del descuento, Tigre retomó esa búsqueda implacable que lo tuvo como amo y señor en los primeros 45 minutos. Con Lucas Wilchez y Sebastián Rincón ya en cancha, el Matador cambió el aire, se adueñó de la pelota y renovó su apetito por el gol.
Faltando 5 minutos para el ocaso del encuentro, un rechace de la defensa fue peinada por Rincón, dejando a Fede González en inmejorable posición de cara al arco rival. El 9 de Tigre se sacó de encima a Bianchi Arce y encaró hacia la salida de Pellegrino. El arquero logró desviar la redonda pero no pudo darle la dirección correcta para que nuevamente González retomase la posesión y lance un centro a ras de suelo para la definición perfecta del colombiano Rincón, quien hasta ahí era espectador de lujo en la buena acción de Fede González. El tercero brindó tranquilidad a los de Alfaro, estirando la diferencia a muy poco del final.
Tigre logró conmover a su gente y a base de buen futbol alcanzó un rendimiento óptimo jugando en casa. El triunfo ante Banfield vuelve a meter en la pelea al Matador, que volvió a rugir en el momento justo y que no deja de buscar el gran objetivo continental.
