El efectivo quedó, además, desafectado de sus funciones
Un estudiante de periodismo deportivo de la ciudad bonaerense de Zárate fue asesinado de un disparo en el abdomen por un policía de civil, que bailaba en un boliche de la zona y que quedó detenido de inmediato tras la agresión, informaron voceros de la fuerza.
El Superintendente de Seguridad de Zona Norte de la Policía Bonaerense, comisario Salvador Baratta, confirmó el homicidio y calificó de "deleznable" la actitud del policía, que revestía como suboficial en la ciudad de Tigre, aunque se hallaba de civil en Zárate.
El homicidio se produjo a la salida de un boliche ubicado en la calle 19 de Marzo, casi esquina Ameghino, de Zárate, donde el policía y el joven agredido -identificado como Márquez, de 26 años por Baratta- había ido a bailar por separado.
Según dijo a sus pares de Zárate cuando fue detenido, el policía, cuyos datos no trascendieron, argumentó que unos muchachos le habían intentado robar un bolso y se produjo un pelea, agregaron fuentes de la investigación.
Sin embargo, Baratta dijo que Márquez "era un joven de conducta intachable, estudiante de periodismo deportivo, que no estuvo involucrado en ningún episodio" en el local bailable.
De hecho, los testigos del hecho dijeron que no había habido "ningún roce" entre el policía de Tigre y el joven asesinado antes del desenlace fatal.
El comisario aclaró también que la agresión "nada tuve que ver" con la situación de policía del ahora detenido, sino que "había ido a bailar en su día franco".
"No hubo nada, no hubo pelea... [El detenido] se acercó, lo golpeó [a Márquez] y le disparo", precisó el comisario, quien insistió en la conducta intachable de joven.
El joven fue trasladado de inmediato por sus amigos hasta el hospital de Zárate, pero falleció en el camino, detalló el comisario.
Baratta dijo que el policía le disparó "con el arma reglamentaria, un solo tiro en el abdomen" y luego fue detenido por personal policial de Zárate, que lo entregó a la justicia esposado.
En este sentido, el comisario remarcó que los policías de Zárate, de donde era oriundo el joven asesinado, "vamos por la verdad" y calificó de "deleznable" la actitud del policía.
Afirman que el policía que mató a un joven "estaba como loco y tiraba para todos lados"
Así lo describió Vesna, la mamá de Juan Cruz, quien había salido a festejar el día del amigo en Zárate y fue alcanzado por el disparo de un efectivo que denunció el robo de un bolso. Para la Policía, el hecho es una "vergüenza"
El policía que mató a Juan Cruz Marqués, un joven que había salido a festejar el día del amigo a un boliche de la ciudad bonaerense de Zárate, efectuó disparos en distintas direcciones y "estaba como loco", según denunció esta mañana la madre de la víctima.
"Según lo que nos dijeron, estaba totalmente alcoholizado. Estaba como loco y tiraba para todos lados", sostuvo la madre del joven asesinado, con la voz entrecortada y aún conmocionada por el crimen.
Vesna, la madre del muchacho, desmintió en base a los relatos de los amigos de su hijo que el policía le haya disparado a Juan Cruz pensando que le había robado un bolso.
"Mi hijo estaba en otro boliche y se le cruzó en el camino, mientras disparaba como un loco para todos lados. Es que a cualquiera le dan el título de policía con seis meses de estudio", se lamentó la mujer.
Vesna consideró al crimen de su hijo como "un caso más de gatillo fácil en el que se arruinó una vida inocente y después se sale a decir cualquier cosa", mientras alertó: "Alguien puso un bolso al lado del cuerpo de mi hijo", para desviar las sospechas e intentar hacer creer que el muchacho había robado las pertenencias del policía.
El crimen de Marqués, quien tenía 26 años y era periodista deportivo recién recibido, se produjo en la madrugada de ayer en la zona de boliches de la localidad de Zárate, norte de la provincia de Buenos Aires.
Todo se inició cuando el autor del crimen, el oficial Pablo Sanhuesa, de 27 años y numerario de una comisaría de Tigre, les dijo a los amigos con los que se encontraba en el boliche "La Mónica" que se sentía mal, por lo que uno de sus allegados le prestó la llaves del auto para que se recostara dentro del vehículo.
Según relató el policía posteriormente, en un momento se dio cuenta de que le habían robado el bolso y salió a perseguir a los ladrones. De acuerdo con su relato, se cruzó con Marqués y lo derribó de un culatazo, para luego efectuarle un disparo en el abdomen.
La versión se contradice con la de los allegados del joven, que señala que el policía, que se encontraba de civil, realizaba disparos en varias direcciones, mientras repetía a los gritos que lo habían asaltado.
Marqués, gravemente herido, fue llevado a un hospital de la zona, donde murió poco después.
A esa hora, Sanhuesa, quien evidenciaba estar ebrio, ya había sido detenido, pese a que a gritos reiteraba su condición de policía y decía que le habían robado.
El comisario Salvador Baratta, jefe de la recientemente creada Superintendencia Norte de la Policía Bonaerense, aseguró que a la fuerza la da "vergüenza" lo ocurrido y aseguró que se trata de un episodio "repudiable".
"Tenemos testigos que dicen todo esto, ya que había mucha gente a esa hora. Se cruzó con varias personas y terminó con Juan Cruz vaya a saber por qué. Un bolso apareció tirado por ahí pero nada tenía que ver el joven y no sabemos si lo tiraron o si estaba. Además eso no cambia nada. El accionar del policía fue de loco", explicó el jefe policial.
"El policía se encontraba totalmente alcoholizado"
Vesna Márquez, la madre de Juan Cruz Márquez, el periodista de 26 años asesinado ayer por un policía cuando salía de una confitería de Zárate, confirmó que el asesino ni siquiera tuvo contacto previo con el joven, y que recibió el balazo de casualidad
La mujer, acongojada, ratificó que el policía asesino, que está detenido, se encontraba "totalmente alcoholizado" cuando salió de un local bailable donde supuestamente cumplía tareas de seguridad, y comenzó a disparar "como un loco" gritando que le habían robado.
Vesna Márquez, quien se disponía a prestar declaración ante la fiscalía que investiga el crimen, dijo que los numerosos testigos que declararon ya, coincidieron absolutamente en la misma versión
de los hechos.
Juan Cruz Márquez tenía 26 años, vivía en Zárate y estudiaba periodismo deportivo. El sábado fue a bailar con unos amigos, igual que un oficial de Policía de 27, también radicado en esa localidad. El destino los cruzó. Juan Cruz está muerto. El otro, preso, acusado de haberle disparado un tiro en el abdomen, creyéndolo un ladrón. Pero hasta sus jefes aseguran que la víctima no tuvo nada que ver con el supuesto robo. El superintendente de Seguridad de Zona Norte de la Policía Bonaerense, comisario Salvador Baratta, calificó de “deleznable” al accionar del acusado, ya desafectado de las filas de la fuerza.
El episodio ocurrió en la calle 19 de Marzo entre Noya y Ameghino, una zona céntrica y muy comercial de Zárate, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Todo comenzó cerca de las 7.30, cuando un efectivo de la comisaría Primera de Tigre dormía en su automóvil, un Fiat Duna color rojo, estacionado en la calle, cerca del boliche La Mónica.
Según las fuentes, el policía, que estaba franco de servicio y vestido de civil, había ido a bailar con unos amigos y se retiró del local para ir a descansar a su vehículo.
Al parecer, dos ladrones aprovecharon que estaba durmiendo pasar subir a su auto y robarle un bolso con pertenencias. Según la versión extraoficial que brindó el acusado, se despertó justo a tiempo y salió a perseguir a esos supuestos delincuentes que lo amenazaron y hasta le habrían disparado.
Fuentes policiales y judiciales dijeron que en ese momento el efectivo abrió fuego con su pistola reglamentaria, en el preciso momento en que pasaba por allí Juan Cruz Márquez. El pibe recibió un balazo en la zona del estómago y cayó gravemente herido, a unos 100 metros del auto del policía, ante los ojos de una importante cantidad de transeúntes que caminaban por el lugar.
El estudiante fue trasladado de inmediato al hospital de Zárate, pero ni siquiera resistió el viaje. Ingresó muerto en la guardia, mientras el oficial (que no fue identificado) era apresado por sus pares de la seccional local que patrullaban la zona de boliches.
Al efectivo se le secuestró su pistola 9 milímetros y quedó aprehendido por disposición de la fiscal de Zárate, Andrea Palacios, quien le imputó e delito de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego y su condición de policía”.
Los investigadores están seguros de que Márquez no atacó en ningún momento al acusado: estaba desarmado, no tenía antecedentes penales y ningún testigo respalda la versión del supuesto robo. Es más, varios aseguran que antes de tirarle a la víctima, el oficial “le pegó en la cabeza”. El detenido se negó a extraerse sangre para ser analizada y determinar si estaba alcoholizado al momento de disparar su arma, agregaron los voceros.
En tanto, la fiscal Palacios pedirá en las próximas horas a la Justicia de Garantías de Zárate-Campana la detención formal del policía, al que indagará hoy.
“Era un chico excelente”
Lo dijo el superintendente de la Policía del Conurbano Norte, refiriéndose al joven asesinado. Admitió “sentir vergüenza”
Salvador Baratta, superintendente de la policía del Conur-bano Norte, aclaró que Juan Cruz Márquez no tuvo vinculación alguna con el supues-to robo al efectivo.
“Era un chico excelente y acompañamos a su familia”, expresó el jefe policial, que repudió el hecho porque “a pesar de que fue una acción personal, no de la fuerza, siento vergüenza por los demás efectivos que sí hacen las cosas bien”. De este mo-do, Baratta ratificó que el ahora detenido -que prestaba servicios en una seccional de Tigre- estaba en su día franco.
El jefe policial también explicó que Márquez “no estuvo involucrado en nin-gún episodio” dentro del local bailable donde poco antes había estado el im-putado.
De hecho, los testigos de-clararon que no había ha-bido “ningún roce” entre el oficial de Tigre y el joven asesinado antes del desenlace fatal.
“No hubo nada, no hubo pelea... (el detenido) se acercó, lo golpeó (a Márquez) y le disparo”, afirmó el comi-sario, quien insistió en la conducta intachable de la víctima.
Baratta precisó que el policía le disparó a Juan Cruz “con el arma reglamentaria, un sólo tiro en el abdomen” y luego fue detenido por personal policial de Zárate, que lo entregó a la Justicia esposado.
También se secuestró la pistola 9 milímetros, que en las próximas horas será sometida a peritajes. En este sentido, el comisario remarcó que los policías de Zárate -de donde era oriundo el joven asesinado-, “va-mos por la verdad”, y calificó de “deleznable” la actitud del acusado.
Otras historias y el mismo gatillo fácil: el caso de “Piki” Cardozo
El 21 de mayo de 2006, un hombre que en ese momento pertenecía a la Policía Bonaerense mató a un pibe de 15 años de un tiro en la cabeza, en la localidad de La Tablada. ¿Por qué? El adolescente, Miguel “Piki” Cardozo, iba pateando una botella por la calle, golpeó accidentalmente un auto y se activó la alarma. El coche era de otro policía, amigo del imputado, Mariano Arn. Este último fue condenado el viernes a la pena de prisión perpetua. Así lo resolvió el Tribunal Oral en lo Criminal 4 de La Matanza, integrado por Gerardo Gayol, Franco Fiumara y Carina Andrijasevich. Esta última jueza remarcó en su voto “el desprecio por la vida humana que ha demostrado el imputado al dar muerte a un menor de tan sólo 15 años, con el grado de violencia que lo hizo y sin mediar mo-tivo alguno”.
Prisión preventiva para el policía que mató a un joven en Zárate
Así lo dispuso la jueza de Garantías de Zárate-Campana sobre al agente Pablo Sanhuesa, que ayer disparó al estudiante de periodismo Juan Cruz Marqués. La fiscal Andrea Palacios confirmó que estaba alcoholizado
La Justicia dispuso la prisión preventiva del policía bonaerense Pablo Martín Sanhuesa por el homicidio calificado del joven Juan Cruz Marquez, al que disparó "desde atrás" a la salida de un boliche en la ciudad de Zárate.
Así lo reveló la fiscal Andrea Palacios en conferencia de prensa que dio a las puertas de los tribunales de Zárate. Sanhuesa "habría ingerido bebidas alcohólicas y de las investigaciones preliminares surge que tenía aliento etílico porque se negó a hacerse la extracción de sangre" para efectuar el análisis de alcoholemia, precisó la fiscal.
Según el policía, identificado como Pablo Sanhuesa, de 27 años y que prestaba servicio en la comisaría 1ª de Tigre, él dormía dentro de un Fiat Duna rojo de un amigo, también policía, cuando dos delincuentes le abrieron el auto y le robaron un bolso; entonces, al salir a perseguir a los ladrones, creyó reconocer a la víctima y le disparó.
Juan Cruz Marqués, de 26 años, egresado de una escuela de periodismo deportivo residente en Zárate, recibió un balazo en el estómago que le resultó letal: murió cuando era trasladado al hospital.
Todo ocurrió alrededor de las 7:30, hora en que suelen cerrar los boliches bailables de la zona. Según la versión del policía, él había ido a bailar con un grupo de amigos y se había retirado para dormir en el auto de uno de ellos, estacionado sobre la calle 19 de Marzo, cerca del boliche "La Mónica".
De acuerdo con ese relato, el policía salió a perseguir a los delincuentes que le habían robado, quienes le dispararon cuando lo vieron tras sus pasos.
El joven Marqués, a quien la Policía desvinculó de plano de cualquier hecho delictivo, también salía de bailar con unos amigos cuando recibió el disparo mortal. El muchacho cayó gravemente herido a unos 100 metros del auto del policía ante gran cantidad de transeúntes que había en el lugar.
Al policía se le secuestró su pistola reglamentaria y quedó detenido. La fiscal de Zárate Andrea Palacios le imputó el delito de "homicidio calificado por el uso de arma de fuego".
