el quito gol de San Lorenzo, Bilos remata y luego se cae lesionado
Error del "chimi" Blengio que supo aprovechar Mesenguez en el segundo gol de los de boedo
Todo comenzo cuando antes de comenzar el cotejo, el club local invito a los Ex-Combatientes de Malvinas a dar una vuelta en la cancha, quienes fueron aplaudidos por ambas parcialidades, fue ese un unico momento.
Luego al ingresar Tigre al campo de juego, le entregaron a Juan Carlos "Chimi" Blengio una placa en reconocimiento por 200 partidos en primera y su trayectoria en en la entidad de Victoria.
Menseguez, quien nunca había convertido en el fútbol argentino, se destapó con tres tantos, dos de ellos en los primeros diez minutos del partido. Los otros dos los hicieron Aureliano Torres, de penal y Bilos. Matías Giménez descontó para el local, que se quedó con uno menos en el primer tiempo, por expulsión de Galmarini.
Los pronósticos anticipaban que San Lorenzo debía esforzarse demasiado para superar a Tigre, en su reducto de Victoria. El ‘Ciclón’ venía de sufrir un fuerte golpe anímico en su visita a Belo Horizonte, el jueves último, cuando cayó por 3-1 ante Cruzeiro, por la Copa Libertadores. Los dirigidos por Cagna, por el contrario, se presentaban ante su público como el equipo que más puntos consiguió en la temporada (48) y con la fortaleza demostrada en el pasado Apertura ante los otros “grandes”, River, Racing y Boca, en condición de local.
Pero el ‘Ciclón’ rompió todos los pronósticos y en menos de diez minutos consiguió una importante ventaja de dos goles, ambos convertidos -para mayor sorpresa- por Juan Carlos Menseguez, el delantero ‘azulgrana’ que jamás había anotado siquiera un tanto en el fútbol argentino.
El ex jugador de las Inferiores de River, repatriado por Ramón Díaz y procedente del Wolfsburgo alemán, se destapó en el estadio de Victoria: a los 3 minutos, clavó su remate en el ángulo izquierdo del arco defendido por Daniel Islas, quien se vio sorprendido por el remate; a los 10 minutos, definió junto al palo derecho y estableció el 2-0 por un error de Blengio, que hacia minutos atras habia recibido una placa por sus 200 partidos en primera en la entidad matadora, cosa que le habra dejado un sabor amargo, no esperandose una tarde tan negativa.
Casi no se habían acomodado los equipos sobre el campo y San Lorenzo ya ganaba por dos goles. El conjunto local quiso reaccionar y buscó durante toda la primera etapa el descuento. Claro, al ‘Ciclón’ le quedaron los espacios suficientes como para intentar “liquidar” el pleito de contragolpe.
A los 18 minutos, Galmarini dispuso de una buena ocasión, luego de llevarse la pelota tras una serie de rebotes y quedar ‘mano a mano’ con el arquero Orión. Su definición de derecha salió apenas desviada, junto al palo derecho. Hasta que a los 28 minutos, el equipo de Cagna tuvo su merecido premio: Castaño envió un centro desde la derecha, Altobelli cabeceó en el área, la pelota se estrelló contra el palo izquierdo y el rebote fue tomado por Giménez, quien empujó cayendose el balón hacia el fondo de la red.
Pero en el mejor momento de Tigre, Menseguez volvió a surgir como un protagonista determinante del encuentro, al sufrir un "supuesto"codazo dentro del área de parte de Galmarini, quien vio injustamente la tarjeta roja y cómo su equipo otra vez quedaba dos goles abajo, ya que Aureliano Torres convirtió el penal sancionado por el árbitro Furchi, con un remate bajo y cruzado, junto al palo derecho.
Durante el entretiempo, la hinchada de San Lorenzo provocaba a la de Victoria, sin parar de acreditarse el titulo de "Matador" a una sola voz, mientras que la hinchada de Tigre le contestaba, pero apaciguadamente.
En el complemento, San Lorenzo volvió a golpear duro en el arranque. A los 2 minutos, Ayala estuvo a punto de descontar para Tigre, pero alcanzó a taparle su remate el defensor Aguirre, quien despejó fuerte y lejos la pelota. Inmediatamente, Menseguez peleó por el balón y provocó un error defensivo de Leyes, quedó sólo ante Islas y definió con gran categoría, junto al palo derecho, para marcar el cuarto gol del ‘Ciclón’ y el tercero de su cuenta personal.
El equipo de Ramón Díaz aprovechó los espacios disponibles y la ventaja de jugar con un hombre más. A los 16 minutos, llegó el turno de Bilos, quien concluyó otra jugada de contragolpe convirtiendo su primer gol con la camiseta del ‘Ciclón’. Fue un bajon para el conjunto de Victoria, ya que no había jugado tan mal como para merecer semejante goleada en su contra, quizas en momentos domino Tigre como para empatar. Quizás esa fue la razón por la que sus simpatizantes despidieron con una ovación a sus jugadores, pese a la derrota, y salieron como se dice "con la frente en alto". El arbitro fue insultado tanto en el entretiempo, como al terminar en cotejo, ya que inclino claramente la balanza hacia el equipo de Boedo.
Síntesis: Tigre 1 – San Lorenzo 5
TIGRE: Daniel Islas, Santiago Morero, Damián Leyes, Juan Carlos Blengio, Martín Galmarini, Diego Castaño, Román Martínez, Matías Giménez, Néstor Ayala, Sebastián Ereros, Leonel Altobelli. DT: Diego Cagna.
SAN LORENZO: Agustín Orión, Adrián González, Sebastián Méndez, Jonathan Bottinelli, Diego Placente, Diego Rivero, Pablo Alvarado, Daniel Bilos, Juan Carlos Menseguez, Gonzalo Bergessio, Andrés Silvera. DT: Ramón Díaz.
Goles en el primer tiempo: 3m. y 10m. Menseguez (SL); 28m. Giménez (T) y 40m. Torres (SL), de tiro penal.
Goles en el segundo tiempo: 2m. Menseguez (SL) y 16m. Bilos (SL)
Cambios en el segundo tiempo: 12m. Emiliano Díaz por Rivero (SL) y Pablo Alvarado por Torres (SL); 19m. Andrés D’Alessandro por Bilos (SL); 21m. Guillermo Suárez por Ereros (T); 28m. Lucas Pratto por Altobelli (T) y Sebastián Rusculleda por Ayala (T).
Incidencia en el primer tiempo: 38m. expulsado Galmarini (T).
Arbitro: Rafael Furchi (mal)
. Cancha: Tigre (repleto).
"Pagamos caro errores puntuales"
Cagna dijo que si seguían con once lo daban vuelta
Diego Cagna se mostró tranquilo luego del partido, aunque estaba con bronca. Si en los últimos tiempos Tigre no estaba acostumbrado a perder, mucho menos por 5 a 1, por más que el rival sea San Lorenzo. Por eso fue importante conocer la visión del entrenador: "Más allá de que el partido se definió muy rápido, Tigre nunca dejó de intentar. Incluso, cuando se quedó con un jugador menos. Tuvo actitud y ganas de revertir el resultado, pero todo se terminó con el 4 a 1. Fue un partido muy raro, en el que pagamos caro errores puntuales. En el primer tiempo, con once jugadores, fuimos superiores y la jugada del penal fue determinante. Ahí se complicó todo. De todas formas, estoy convencido de que si seguíamos con once el partido lo dábamos vuelta".
Martín Galmarini se fue enojado con su expulsión: "Para mí no fue ni penal. Estuve mal en encarar a Menseguez después; ahí me confundí, pero seguro no hubo foul. Estoy caliente por todo porque encima me pierdo el partido con River. Por muchas cosas. Era un partido para ganar y me siento responsable de la derrota".
Este descenso en la calidad se ve con nitidez en las producciones realizadas en Argentina. Está claro que ninguna de las diez películas tuvo trascendencia como obra, y tampoco fueron éxitos de taquilla. Además, ninguno de los actores y técnicos argentinos que participaron en ellas pudo desarrollar luego una carrera en Estados Unidos. ¿Qué aportó entonces el paso de Corman por nuestro país?
Por un lado, durante ocho años estas películas ofrecieron una fuente de trabajo con cierta constancia y regularidad para una industria -si es que cabe el término- que en aquellos años no pasaba por su mejor momento. Olivera dijo hace unos años que fueron "imprescindibles para mantener abiertos los estudios (Baires)". Según publicó La Razón el 5 de mayo de 1985, La muerte blanca (Cocaine Wars) costó alrededor de un millón de dólares. Para tener un parámetro de comparación, en Brigada explosiva: misión pirata (Rodolfo Ledo, 2008), una película más cara que el promedio de las producciones actuales del cine argentino, se invirtieron 1,2 millón de dólares. Es que una película de bajo presupuesto estadounidense sería una superproducción en unos cuantos países.
Pero hay otro aspecto, más importante. Luego de Deathstalker, realizada en el verano de 1983, en nuestras pampas se filmaron varias producciones clase B, en muchas de las cuales estuvo vinculado el productor Luis Sartor, como La venganza de un soldado (Vengeance of a Soldier, David Worth, 1984), con John Savage y María Socas; Contacto ninja en la Argentina (Rage of honor, Gordon Hessler, 1986); Sin escape (Catch the Heat, Joel Silberg, 1987); Entre rejas (Jailbird Rock, Phillip Schuman, 1988); y Norman's Awesome Experience (Paul Donovan, 1989).
También hubo producciones más importantes, de mucho mayor presupuesto y trascendencia, como La misión (The Mission, Roland Joffé, 1986), con Robert De Niro, Jeremy Irons y Liam Neeson, candidata a siete premios Oscar; Fábrica de locuras (Gung Ho, Ron Howard, 1986), con Michael Keaton; Naked tango (Leonard Schrader, 1991), con Vincent D'Onofrio; y Highlander 2 (Highlander II: The Quickening, Russell Mulcahy, 1991), con Sean Connery, Virginia Madsen y Christopher Lambert.
Este es el aporte más interesante. Como plantea Diego Curubeto en Babilonia Gaucha, Corman rompió con cierto temor de los productores estadounidenses a filmar en Argentina. Abrió una puerta por la que luego, aprovechando las condiciones económicas favorables, ingresaron una larga serie de realizaciones extranjeras. Algo que, con lógicos altibajos, continúa hasta hoy.
Fuente: http://cinematofilos.com.ar/2008/04/hollywood-en-don-torcuato-cuarta-y.html
