La Secretaria de Educación, Cultura y Contención Social, Alicia Aparicio, visitó el colegio y se reunió otra vez con sus autoridades para llevarles estos nuevos mecanismos de seguridad. Aprovechó allí para reforzar su reclamo a la Justicia: “Seguimos esperando que accionen. El caso requiere rapidez porque la escuela debe retomar sus clases y el personal está muy preocupado”.
“Las maestras pidieron poner una reja que el Consejo Escolar se comprometió a colocar, pero no queremos que las víctimas estén encerradas y el responsable suelto”, prosiguió la funcionaria.
Junto a ella se manifestó María José Parejo, Secretaria General de SUTEBA San Fernando (Sindicato Único de los Trabajadores de la Educación de Buenos Aires) y representante de la CTA Zona Norte: “Supimos que el agresor está por la zona y eso trajo mucho temor a los docentes, porque todavía no tienen las medidas de seguridad para seguir trabajando. La Provincia prometió y hasta ahora no cumplió”.
El personal de la Escuela Especial N° 503 de Lavalle y General Pinto mantiene por el momento una medida de fuerza y cumplen su horario en otros colegios, mientras que los chicos de diferentes capacidades que normalmente concurren allí, no lo están haciendo.
Rodrigo De la Cruz Díaz, Supervisor del Centro de Monitoreo y responsable del programa Botón de Pánico, instaló el moderno artefacto que el Municipio cedió a la institución. “Es un sistema de alarma temprana que sirve para emergencias policiales, médicas o siniestrales, con sólo apretar un botón en la pared o en un llavero que se puede presionar hasta desde la vereda de enfrente”, lo describió.
Detalló además qué otros establecimientos están protegidos dentro de la red: “Ya se instaló en centros de jubilados, comercios de la calle Santamarina en una primera etapa y a modo de prueba, Polideportivos, UDI (Unidades de Desarrollo Infantil), CEIM (Centros Educativos Integrales Municipales), en los Centros de Salud renovados y en otras dependencias de la comuna. En el próximo mes se colocará en el centro comercial de Virreyes”.
Por su parte, Romina, madre de Damián, un chico discapacitado de 9 años, opinó sobre las nuevas medidas de seguridad: “El botón y las rejas nos parecen bien, pero me parece contradictorio que nuestros chicos estén encerrados y el agresor libre”.
Comentó también cómo se sienten los padres: “Estamos muy preocupados por lo que sucedió y porque este hombre siga dando vueltas por la escuela. Lo que pasó no fue un hecho aislado. Él ya había tenido episodios de violencia y no sabemos qué puede llegar a pasar si entrara a la escuela de nuevo. Muchos de nuestros nenes no pueden hablar o no saben pedir ayuda”.
“No están viniendo a clases y a ellos les cuesta mucho aprender. Un solo día que faltan los perjudica mucho, un mes ya es demasiado”, completó. A su lado, Rosa, madre de otro alumno, adhirió al reclamo: “Estamos muy preocupadas por la inseguridad, por eso las cámaras y la botonera son muy importantes. Queremos que esta persona esté presa y que nuestros chicos vuelvan a clases”.
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