Ana María Edwin: Creo que es necesario clarificar qué acontece con los medios de comunicación en la Argentina, esencialmente con el diario Clarín que nos ha dedicado muchísimas tapas, muchísimos semáforos en rojo y que a través de este presunto periodista que se infiltrado en el INDEC a lo largo de toda su vida, de nombre Ismael Bermúdez, que es el que saca esta información, que inventa una idea que se torna muy mediática y es reproducida por los medios.
El INDEC nunca ha difundido ni difundirá que se necesitan seis pesos para que una persona coma por día. Aquí hay una vieja historia con la Canasta Básica Alimentaria que ha sido un invento del año 1987 de quien fuese Secretario de Política Económica, gran crítico del INDEC y fundamentalmente de nuestro gobierno, cuando Domingo Cavallo era Ministro de Economía de la Nación. A partir del año 1992, como a ellos les daba demasiado alto el valor de la Canasta Básica Alimentaria, lo que hicieron fue tomar los precios mínimos de absolutamente todos los productos, y a partir de eso, para los productos que integran esa canasta, no se hace un revisión de cuál es el precio de cada uno de los productos sino que los que se toman son los precios promedios a lo largo de todo este tiempo y se le aplican a esos productos. De esta manera, son variaciones de precios las que aparecen pero no un exacto monto con el que cada uno tiene que contar para no ser indigente.
Nosotros somos sumamente críticos de esta canasta. Estamos estudiando metodologías (Stiglitz ha trabajado esto en Francia) para medir condiciones de vida de la población y fundamentalmente la de los sectores más necesitados, cuales son las condiciones de exclusión en las condiciones de vida de la población. En este sentido tenemos avances de parte de los profesionales que trabajan en ese proyecto.
Vos me podrás preguntar ¿por qué no discontinúan la Canasta Básica Alimentaria? No la discontinuamos porque sirve como serie temporal para ver cómo va evolucionando la condición de vida de la población. Esto en los años 80 era francamente innovador, hoy en día lo cierto es que sirve para poco, pero es semejante a lo que acontece con las necesidades básicas insatisfechas que, por ejemplo, se calculan a partir de un censo de población. Era un indicador interesante en los años 80, hoy en día no tiene ningún valor para saber efectivamente cómo está viviendo el Pueblo, pero lo seguimos llevando adelante para no discontinuar una serie de estadísticas que nos permite ver si hay mejoramiento, como tendencia general no como dinero per cápita, o si hay empeoramiento en las condiciones de vida de la gente.
Este Wermus, que ni siquiera se llama Ismael Bermudez, que además es el hermano de Altamira, el líder del PO, robaba información del INDEC, tenía sus aliados, metió mucha plata en todo lo que fueron las AFJP e hizo muchísimos negocios con la información del instituto. Ahora Wermus, ha descubierto esto de hacer una división simple para tornar en un hecho mediático lo que el INDEC no dice.
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