Bronca de vecinos de Don Torcuato por invasión de Colectivos en la estación

El domingo 27 de septiembre pasado, los vecinos de Don Torcuato se comunicaron furiosos con esta redacción, comentando la invasión de colectivos de la línea 114 empresa Plaza de la ciudad autónoma de Buenos Aires.

Se trataba de que la empresa Ferrovias concesionaria de la línea del ferrocarril Belgrano Norte, había dispuesto en conjunto con la empresa constructora del túnel, un corte para ese día en toda la jornada de servicio.

Consistía en que los trenes procedentes de Retiro terminaban su recorrido en la estación Don Torcuato y de allí los trenes emprenderían su regreso. Aquellos que quisieran seguir recorrido rumbo a Villa Rosa, debían bajar del tren y tomar cualquiera de estos colectivos que los llevaban hasta la estación Polvorines para seguir viaje, y así viceversa para aquellos que venían desde Villa Rosa con rumbo a Retiro.

El único problema, es que nadie les avisó nada a los vecinos cercanos a la estación Don Torcuato del lado Campo de Mayo y estos se sintieron invadidos e indignados ante la presencia de decenas de colectivos con sus choferes.

Investigando logramos encontrar a responsables de la empresa IEC S.A. encargada de la construcción del túnel bajo las vías del ferrocarril Belgrano, quienes amablemente se apostaron para comentarnos lo sucedido.

Dijeron que si había algún desorden de Transito (a cargo de Roberto Ulpiano), se debía a la ausencia de agentes municipales o policías que regulen la circulación, en especial en la intersección de la barrera para ambos lados, ya que dicha dirección estaba avisada, pero lo sorprendente es que desde la dirección de tránsito dijeron que no sabían nada al respecto.

La empresa constructora trató de minimizar el hecho, pero lo cierto, es que a los vecinos lindantes de la Estación Don Torcuato les arruinaron su único día de descanso, manifestó Marisa, una vecina.

La única funcionaria que se presentó a dialogar con responsables y vecinos fue la asesora letrada del municipio de Tigre Dra. Mónica Neffke, que escucho todas las campanas, los demás funcionarios, brillaron por su ausencia.