Ahora está en Castaño oscuro. Biancho "codito" lo quiere por 2 monedas, Tigre no afloja, hoy se define.

La llegada del 5 se enfrió porque la estrategia de Bianchi es no poner dinero La estrategia que Carlos Bianchi saca a la cancha a la hora de las negociaciones, está demorando la chance de que Diego Castaño se convierta en uno de los refuerzos del campeón. Ayer por la mañana hubo una reunión entre el "Virrey" manager y los dirigentes de Tigre, tras la cual quedó la sensación que la operación dio un paso para atrás. Como hizo en un primer momento con Getafe por el tema Abbondanzieri, el manager quiso imponer de movida el peso de la marca Boca y con esa carta fuerte buscó marcar las pautas en la mesa de negociaciones. Pero, al menos hasta ayer, con eso no le alcanzó para convencer a los representantes del Matador que se sentaron con la consigna de no regalarse. ¿El resultado? Las diferencias quedaron cada vez más marcadas y hoy habrá un nuevo encuentro para tratar de encontrar una salida. Es que Boca no quiere concretar el préstamo sin invertir ni un sólo peso. Propone un pase con opción de compra y mete en el medio el porcentaje (un 30 por ciento) que le quedó de Pablo Jerez, jugador del plantel de Diego Cagna que en junio debe regresar a Colón que es el dueño de los derechos federativos del lateral. En cambio, de la vereda azulgrana (Tigre), quieren plata fresca y se dice que no bajan el martillo por menos de 700 mil dólares por el año de cesión del mediocampista central. En el medio está el deseo del jugador que, a dos días del arranque del Clausura, se entrena con Tigre pero sueña con ponerse la azul y oro a los 29 años y después de jugar en su liga de origen (Lincoln), en la "B" metropolitana, de la mano de Ricardo Caruso Lombardi, y en el Nacional. En definitiva, quieren a Castaño por dos monedas, porque ellos creen que son “Boca”, nada mas…