Abrió la cuenta Pablo Barrientos a los 17 minutos del primer tiempo para el "Ciclón", Gonzalo Bergessio estiró diferencias a los 20 del mismo periodo, mientras que Leandro Lázzaro descontó para el equipo de Victoria a los 31 del complemento.
El equipo conducido por Miguel Ángel Russo jugó un muy buen primer tiempo, lapso en el que sacó ventajas definitorias para el desarrollo del encuentro.
El gran trabajo del Pitu Barrientos y el trajinar de Cristian Ledesma en la zona de gestación le permitió al Ciclón superar claramente a un Tigre que nunca pudo entrar en ritmo.
La reacción del equipo de Victoria se hizo esperar y sólo en el último cuarto de hora del complemento logró inclinar la cancha a su favor, lapso que coincidió con una merma física por parte de su adversario.
Sobre el final, el árbitro Laverni expulsó al arquero Daniel Islas, quien en una actitud infantil agredió a Barrientos cuando la pelota ya no estaba en juego.
Su reacción terminó por condicionar al equipo de Diego Cagna que pierde a uno de sus principales referentes de cara al partido con Boca en caso de que se juegue ese compromiso el martes próximo.
Minuto 0 a 5
Mejor Tigre en el arranque. Se adelantaba por los costados, con las subidas de Arruabarrena y Jerez. Por entonces, el Ciclón esperaba bien cerca de Orion e intenta salir rápido de contra. Silvera y Bergessio todavía no habían logrado agarrar la pelota.
Minuto 5 a 10
La primera llegada clara del partido: Aureliano Torres hizo temblar a todo Tigre con un zurdazo desde 30 metros que pasó cerca del palo izquierdo de Islas. Enseguida contestó el Matador con un desborde de Altobelli que Orion controló sin problemas. El partido se jugaba de área a área y el medio parecía ser un lugar de paso rápido para los dos equipos.
Minuto 10 a 15
Muy cerca San Lorenzo: desborda Barrientos, mandó el centro con su pierna derecha y Solari, también con su pierna menos hábil, obligó a Islas a estirarse para evitar el 1-0. El equipo de Russo era superior y merecía estar arriba.
Minuto 15 a 20
.A los 17', Solari desbordó por izquierda, mandó el centro e Islas dio un rebote, que Barrientos transformó en el 1-0. Lejos de conformarse, el equipo de Russo buscó más y rápidamente encontró tranquilidad: Barrientos trepó por la derecha y lo vio entrar muy libre a Bergessio por el medio. Lavandina le entró de primera y dejó sin chances a Islas. 2-0 para el Ciclón.
Minuto 20 a 25
San Lorenzo siguió presionando bien arriba a Tigre, que lucía desconcertado y muy golpeado. Solari y Barrientos jugaban y hacían jugar a sus compañeros y hasta la defensa acompañaba con solidez y eficiencia.
Minuto 25 a 30
Casi llega el 3-0: Bianchi Arce se animó a ir al área visitante y un cabezazo suyo dio en el travesaño. Tigre no hacía pie y sufría en todos los sectores del campo.
Minuto 30 a 35
El partido se calentó. Laverni permitió mucha pierna fuerte y tardó en mostrar las primeras amarillas.
Minuto 35 a 40
Polémica: Bergessio encara ante el arquero Islas, quien lo derribó cuando este intentaba eludirlo. Laverni dejó seguir y todo San Lorenzo protestó.
Minuto 40 a 45
El partido se tornó más parejo. San Lorenzo bajó su intensidad y Tigre logró pararse más arriba, aunque con poca influencia en el arco defendido por Orion.
Minuto 0 a 5 Tigre intentó apretar a San Lorenzo de entrada. Cagna apostó al ingreso de Ayala por Morel para ponerle más pimienta al ataque, aunque la defensa del Ciclón se mantuvo firme y no dejó espacios para los delanteros del Matador. Minuto 5 a 10 San Lorenzo se paró bien en el fondo y apostó a la contra para liquidar el partido. Tigre, en tanto, iba con más hambre que ideas. Así, pese a que la pelota la manejaba el Matador, el equipo de Russo estaba más cerca del tercero que su rival del descuento. Minuto 10 a 15 Hirsig, reemplazante de Solari, se perdió el 3-0. Mano a mano con Islas, el ex Arsenal la mandó por arriba del travesaño. Minuto 15 a 20 San Lorenzo se adelantó unos metros y Bergessio volvió a aparecer para complicar a Paparatto y compañía. Lavandina desbordó por derecha y mandó un centro que Silvera, por muy poco, no llegó a conectar. Hubiera sido el 3-0. Minuto 25 a 30 El partido entró en un bache y ninguno de los dos pudo acercarse a las áreas. En las tribunas, ambas hinchadas dieron un espectáculo emocionante. Minuto 30 a 35 Tigre se metió en el partido: a los 30', Rusculleda se la puso en la cabeza a Lazzaro, quien con un perfecto cabezazo puso el descuento 2-1. Russo no lo podía creer: es que su equipo tuvo varias chances para liquidar la historia. Minuto 35 a 40 Tigre fue con todo lo que le quedaba en busca del empate. San Lorenzo, más ordenado, intentaba hacer pasar los minutos, aunque no resignaba la contra. Russo notó a Bergessio muy cansado y dispuso el ingreso del pibe Chávez. Minuto 40 a 45 San Lorenzo aguantó y Tigre se quedó sin ideas para llegar al empate. Además, de contra, el equipo de Russo lo pudo haber liquidado.
Laverni hizo jugar hasta el minuto 54. Es que el partido se detuvo durante varios minutos debido a que el juez expulsó a Islas, a instancia de su asistente, por aplicarle un manotazo a Barrientos dentro del área. Por televisión se vio que la pelota todavía estaba en juego cuando el arquero agredió al volante: hubiera sido penal. De todas maneras, la jugada fue muy fina.
Terminó 2-1, pero San Lorenzo pudo haber sacado una diferencia más grande.
La barra de Tigre frenó un episodio de violencia a los golpes
Un grupo de integrantes de la barra de Tigre se encargaron, par de trompazos mediante, de ponerle fin a unos incidentes con hinchas de ese equipo, tras la expulsión del arquero Daniel Islas. Se jugaba tiempo de descuento cuando Diego Romero, el segundo asistente sobre las líneas, informó al árbitro Saúl Laverni del manotazo en la cara de Islas a Pablo Barrientos y el referí expulsó al arquero. Allí un grupo de hinchas rompió las butacas y las lanzó al campo de juego. Mientras los jugadores de Tigre pedían calma, un grupo de la barra dejó el medio, donde se cruza las grandes banderas, y repartiendo algunas trompadas a los que lanzaron las butacas terminaron con el desorden.
Ese final caliente, esa cadena de secuencias tan pobladas y tan intensas a la vez, todas esas pulsaciones postreras, fueron y siguen siendo por estas horas motivos de discusiones. Se mantienen sobre la mesa, con Saúl Laverni en el centro de todas las polémicas. Pero más allá de la expulsión de Daniel Islas en particular y de los fallos del árbitro en general, y más acá del análisis de lo que se viene, el clásico del sábado entre San Lorenzo y Boca, quedó claro que en el primer capítulo de este triangular el equipo de Miguel Angel Russo fue más, mucho más que Tigre. Más, mucho más, en definitiva, de lo que indica la apretada chapa del resultado final. San Lorenzo quiso y pudo establecer las diferencias en el aranque, nomás. Tigre pretendió reaccionar y, de hecho, descontó cuando le quedaba un cuarto de hora a la pulseada. Pero fue tarde. A esa altura, el partido ya estaba roto. Lo había roto San Lorenzo muy temprano. Y había construido incluso una serie de argumentos sólidos como para engordar el triunfo.
El 2 a 1, en realidad, le quedó chico al rendimiento de San Lorenzo. ¿Por qué? ¿En dónde comenzó esta historia de tan amplia superioridad sobre un Tigre desconocido? Todos los equipos, incluidos San Lorenzo y Tigre, saben que no encuentra el que busca sino el que sabe buscar. Y ahí habitó la clave.
Cuando Tigre fue, lo hizo con centros frontales, de esos que no sorprenden. Y encima lo hizo tarde. En cambio, San Lorenzo se plantó cara a cara a la situación. Y se adueñó del desarrollo. Por la firmeza de Aguirre, por el manejo de Ledesma, por el desequilibrio de Barrientos, por el despliegue de Bergessio. A partir de esas cuatro patas emergió la mesa para la victoria. Pero fue una mesa que contó, además, con las luces de Bianchi (incluido un cabezazo en el travesaño de Islas), de Juan Manuel Torres (cortó y acompañó como se debe, sin esa aceleración que suele sacarlo de la cancha antes que terminen los partidos) y de Santiago Solari, que durante el primer tiempo formó parte de un sistema ofensivo demasiado aceitado para un Tigre tan opaco.
Decepcionó Castaño, el encargado de poner en marcha el equipo. Porque no emergió nunca en el medio, en donde tantas veces fue amo y señor durante este campeonato. Decepcionó Morel, el motor de tres cuartos hacia adelante. A tal punto decepcionó, que Cagna lo dejó en el vestuario después del aquel primer tiempo desconcertante. Y decepcionó Tigre en su conjunto: porque fue endeble en el fondo, porque sólo exhibió nervios en el medio, y porque resultó un manojo de voluntades dispersas adelante.
Matías Giménez no pudo con Barrientos y por eso Cagna lo mandó al lugar de Rusculleda. Pero no hubo caso. En una de las tantas equivocaciones del árbitro Laverni, Giménez debió irse expulsado por doble amarilla. Pero siguió. Hasta que Cagna dijo basta y metió a Lazzaro por Giménez.
A esa altura, aquel 2-0 por el gol de Barrientos y el de Bergessio, había modificado el tablero. Ya había ingresado Ayala. Entonces, Tigre pasó a jugar con tres atrás (Paparatto, Blengio y Arruabarrena), tres en el medio (Jerez, Castaño, Rusculleda), un nexo (Ayala) y tres atacantes (Luna, Lazzaro y Altobelli. Ruso, entonces, sacó a Solari y puso a Hirsig. Y de este modo, empujado San Lorenzo hacia atrás por el gran desgaste físico que había hecho en el primer tiempo; y empujado Tigre hacia adelante por la necesidad y por el orgullo, el juego empezó a enfocarse lentamente en campo del equipo de Boedo.
Pero no se trató, claro, de la resurrección futbolera de Tigre. Nada que ver. Tampoco se desinfló San Lorenzo. No cambió tanto el partido. Pero se achicaron los márgenes entre los unos y los otros. Después de todo, se estaba jugando un partido decisivo, con silueta de final. Y las tensiones terminaron de apoderarse de todos los rincones. La lucidez les dio paso a los esfuerzos multiplicados. Barrientos y Bergessio, por ejemplo, corrían más para marcar que para generar juego. Tigre, del otro lado, era una confusión andando. Llegó el descuento de Lazzaro y por un momento parecieron mudarse de una tribuna a la otra todas las muecas de felicidad.
Pero no. San Lorenzo siguió cerca de Islas. De hecho, Chávez, sucesor de Bergessio, se perdió el tercero. Y cuando explotó ese final bien caliente, todo se produjo precisamente en el arco de Islas.
Ahora se viene el duelo entre San Lorenzo y Boca, en la cancha de Racing. Y Tigre esperará afuera, comiéndose las uñas. Ayer estuvo lejos de ese equipo sensación, que tantos méritos sumó en este tiempo para poder abrazar un título por primera vez en su vida. ¿Miedo escénico? No. San Lorenzo fue más y mejor. Nada más. Y nada menos.
La bronca de los hinchas empapeló la ciudad
Luego de la derrota de ayer ante San Lorenzo por 2 a 1, los hinchas de Tigre demostraron esta mañana su enojo a través de un afiche en el que se insinúa un arreglo para que Boca Juniors obtenga el presente Torneo Apertura.
"Sorteo a puerta cerradas. Así cualquiera. Gracias Grondona y TYC Sports. Por decreto, Boca Campeón?", reza el afiche que pudo verse en varios puntos de la Capital Federal.
La explicación del afiche radica en que el sorteo en el que se definió el orden de los partidos se realizó a puertas cerradas y para muchos benefició a Boca, porque pudo descansar casi una semana y jugar, además, con el conocimiento del resultado del primer partido.
Por eso, la respuesta a estos hechos de parte de los hinchas de Tigre no se hizo esperar.
San Lorenzo, con autoridad y eficacia en el primer tiempo, sometió hoy a Tigre por 2 a 1 en el partido inaugural del triangular final del campeonato Apertura de fútbol, en la cancha de Vélez Sarsfield.
La victoria se forjó en el primer tiempo, pero el partido tuvo un desenlace caliente por el descuento de Tigre y la expulsión del arquero de los de Victoria Daniel Islas en tiempo adicionado.
Pablo Barrientos y Gonzalo Bergessio concretaron antes de los 20 minutos la superioridad de San Lorenzo que, sin embargo, sólo obtuvo la diferencia mínima a raíz del descuento de Leandro Lázzaro en la media hora del complemento.
El triangular puede quedar definido el sábado, cuando en la cancha de Racing se enfrenten Boca y San Lorenzo, en caso de un nuevo triunfo del equipo de Boedo.
Con un despliegue medido y economía de movimientos, San Lorenzo hizo gala de una notable eficacia en sus acciones ofensivas en el primer tiempo.
El equipo azulgrana capitalizó la generosidad de la defensa rival y luego, con la ventaja a cuestas, administró el juego gracias a su mayor templanza y al criterio de un par de jugadores con buen pie.
Tigre manejó la pelota con cierta prolijidad en el inicio del partido pero, una vez en desventaja, se desmoronó.
El conjunto de Victoria no se desenvolvió con comodidad en un escenario que, propio de los rigores de una definición, no admitió margen para el error.
La defensa de Tigre se mostró vulnerable ya a los 10` cuando Solari recibió un centro de Barrientos y, tras una media vuelta en el área, ensayó un remate que Daniel Islas sacó sobre el palo derecho.
El cero del marcador se quebró a los 17`. Santiago Solari, tras recibir una pelota de Ledesma, metió una centro bajo al área; Islas cedió un rebote al querer interceptar la pelota y Barrientos la empujó a la red.
Enseguida llegó el segundo: Barrientos lanzó un centro desde la derecha y Bergessio se adelantó a su marcador (Gustavo Paparatto) y mandó la pelota al fondo del arco.
Tigre sintió el golpe demoledor de dos goles en veinte minutos. Su fútbol revelaba el desconcierto que dominaba a sus jugadores.
A los 28 minutos Nicolás Bianchi Arce, tras un centro preciso de Santiago Solari, estrelló una pelota en el travesaño; a los 40` Islas abortó un mano a mano de Bergessio en una acción polémica porque derribó al delantero en el área junto con el despeje.
Tigre recién mostró algunos signos de recuperación en el tramo final del primer tiempo: recuperó cierto dominio de la pelota y se adelantó en el campo, pero no le alcanzó para generar acciones colectivas elaboradas.
Obligado por el marcador, Diego Cagna ordenó los ingresos de Néstor Ayala y Leandro Lázzaro para cambiar la cara ofensiva de su equipo, sacrificando a Martín Morel, el goleador del equipo.
San Lorenzo, en ese esquema, contó con espacios que dejaban los riesgos que Tigre tomaba.
A los 12 minutos Santiago Hirsig, sólo frente a Islas, definió por arriba del travesaño.
El partido perdió ritmo. El tiempo pausado de San Lorenzo se combinó con la impotencia ofensiva de Tigre, que careció de respuestas anímicas y futbolísticas.
El equipo bonaerense, sin embargo, se revitalizó con un cabezazo goleador de Lázzaro a los 31 minutos, luego de un centro lanzado por Sebastián Rusculleda.
En la ráfaga final del partido, Tigre, desordenado, buscó la igualdad hasta que llegó la expulsión de Islas, en tiempo adicionado, luego de darle un manotazo a Barrientos en el área.
La salida de Islas, en una acción que había comenzado con una falta de Barrientos, despertó la ira de la parcialidad de Tigre, desde donde, incluso, se arrojaron algunas butacas al campo de juego.
El equipo de Victoria no sólo perdió el partido, sino también a Islas y Diego Castaño (por cinco amonestaciones) para el resto del triangular, mientras que San Lorenzo, con oficio, afirmó sus pretensiones con un triunfo legítimo.
Formaciones:
Tigre: Daniel Islas; Pablo Jerez, Norberto Paparatto, Juan Carlos Blengio, Rodolfo Arruabarrena; Sebastián Rusculleda, Diego Castaño, Matías Giménez; Martín Morel; Leonel Altobelli y Carlos Luna. Director técnico: Diego Cagna.
San Lorenzo: Agustín Orión; Adrián González, Nicolás Bianchi Arce, Gastón Aguirre, Aureliano Torres; Juan Manuel Torres, Cristian Ledesma, Pablo Barrientos; Santiago Solari; Gonzalo Bergessio y Andrés Silvera. Director técnico: Miguel Angel Russo.
Goles en el primer tiempo: 17m. Barrientos (SL), 20m. Bergessio (SL).
Gol en el segundo tiempo: 31m. Lázzaro (T).
Cambios en el segundo tiempo: en el inicio Néstor Ayala por Morel (T), 6m. Leandro Lázzaro por Giménez (T), 10m. Santiago Hirsig por Solari (SL), 28m. Juan Carlos Menseguéz por Silvera (SL), 40m. Sebastián Rosano por Jerez (T) y Cristian Chavez por Bergesio (SL).
Incidencia en el segundo tiempo: 48m. expulsado Islas (T).
Arbitro: Saúl Laverni. (muy mal)
Cancha: Vélez Sarsfield (local Tigre).
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