Tigre. Intentan robar a un empresario, acelera para escapar y lo balean en Talar

Eran un poco más de las cinco de la tarde cuando Aurelio Marasca (67) salía de su fábrica para ir a una sesión de kinesiología en San Isidro. Sin embargo, apenas hizo 100 metros cuando cuatro jóvenes lo interceptaron para robarle el auto. Marasca adivinó la intención y aceleró con la idea de escapar al robo. Fue entonces cuando uno de los ladrones le disparó: el empresario terminó con un balazo en el cuello. Herido, el hombre pudo manejar unas tres cuadras hasta que consiguió llamar por teléfono a su hijo, que fue a auxiliarlo. Ayer, el empresario estaba internado en un sanatorio privado de Palermo y afortunadamente fuera de peligro. "La verdad es que tuvo un Dios aparte. Los médicos prefirieron esperar y no operarlo, pero dijeron que lo de él es un milagro", contó a Clarín Cindy, esposa de la víctima. Todo ocurrió en Gelly y Obes y Colombia de la localidad de El Talar, en el Tigre. Allí Marasca tiene su empresa de electrodomésticos. El hombre es italiano y llegó al país cuando apenas tenía 14 años y tiempo después abrió su fábrica. El martes a la tarde el empresario salió con su automóvil VW Vento de la empresa. Y apenas hizo una cuadra vio a dos chicos caminando y al rato otros dos, según contó. Uno de ellos, al verlo, le apuntó y le gritó con intención de robarle. Marasca se asustó y apretó el acelerador. Enseguida, el joven le disparó: el tiro pegó en el parante y luego las esquirlas le atravesaron el cuello. El empresario empezó a sangrar pero no se detuvo. Tomó un pañuelo y siguió tres cuadras más hasta llegar a la colectora de Panamericana. Una vez allí llamó por teléfono a su hijo contándole lo que había pasado. El hijo fue enseguida, ya que estaba en la fábrica y lo llevó en primer lugar al hospital zonal de Pacheco. Luego lo trasladaron a Palermo, al confirmar que estaba fuera de peligro, aunque necesitaba observación y atención. Según un empleado de la fábrica, los ladrones quedaron grabados en las cámaras que tiene la empresa. "Sabemos que son del barrio pero algunos policías nos dicen que no pueden hacer nada porque son menores. Y nosotros nos sentimos completamente inseguros porque este robo fue al voleo, estaban esperando que alguien saliera de la fábrica para asaltarlo", dijo el empleado. El dato fue corroborado luego por fuentes policiales que confiaron que los ladrones son de la zona y viven en un barrio llamado San Pablo, muy próximo a la empresa (del oto lado de la Panamericana). "Estamos haciendo una investigación para llegar a ellos", adelantaron. Según contó la mujer de la víctima, no es la primera vez que Marasca sufre un robo: hace cinco años fue víctima de una salidera bancaria en Don Torcuato y hace un par de años hubo un robo también en su fábrica. "A pesar de todo lo que pasó mi marido ama la Argentina. Siguió siempre trabajando y luchando pero estamos cansados de tanta inseguridad. Pido por favor que alguien detenga esto", rogó la mujer.