Se supo en medio de un escándalo
Juan Carlos Díaz fue arrollado por un tren el 20 de enero. Estaba acusado de atropellar y herir con un carrito de golf a un nene de 4 años. El abogado querellante fue detenido por quejarse de la decisión de no corroborar la muerte y suspender el debate.
Un juicio oral que debía comenzar ayer contra un vigilador acusado de atropellar y herir con un carrito de golf a un nene en un country de Pilar fue suspendido luego de que el juez fue notificado que el imputado se había suicidado, y un abogado terminó preso por quejarse de la decisión.
El hecho, que tuvo ribetes escandalosos, ocurrió en el Juzgado Correccional Nº 4 de San Isidro, a cargo de Fernando Ochoa, donde en la mañana de ayer debía comenzar el debate contra Juan Carlos Díaz, por el delito de “lesiones graves” en perjuicio de Nicolás Juan.
El abogado de la familia Juan, Gregorio Dalbón, relató que a poco de iniciarse la primera audiencia del juicio, en la mesa de entradas del juzgado le notificaron que el debate se iba a suspender porque el imputado estaba muerto.
Según la versión del letrado, la notificación de la muerte llegó al juzgado ayer, a través de un oficio de la Fiscalía Nº 2 de San Fernando. El mismo señalaba que Díaz había sido arrollado por un tren el 20 de enero pasado, tras arrojarse a las vías.
“El juez, en vez de corroborar si esto fue así o no, quiso suspender el debate. Yo me opuse enérgicamente y entonces Ochoa dispuso mi arresto porque no le gustó mi comportamiento”, explicó Dalbón, quien ayer a la tarde permanecía detenido en la alcaidía situada en Moreno 623, de San Isidro.
De acuerdo con el abogado, él le preguntó al magistrado si era “un juez de la dictadura” y si usaba “capucha” y Ochoa, -según Dalbón- le respondió que sí.
Además, según la versión del abogado, el juez amenazó al resto de los presentes en la mesa de entradas (unas 15 personas) con también enviarlos a la cárcel si tenían el mismo comportamiento.
“Esto es totalmente inconstitucional, no hay ningún fundamento para dejarme detenido. No puede haber arresto. Voy a denunciar al juez por amenazas y privación ilegal de la libertad”, dijo el letrado.
El hecho que se debía empezar a juzgar ocurrió el 19 de marzo de 2005 en el barrio privado La Legua de Manuel Alberti, cuando Nicolás, de 4 años, fue atropellado al anochecer por el vigilador Díaz, quien se trasladaba a bordo de un carrito de golf sin luces.
El niño sufrió una triple fractura de fémur, múltiples golpes y heridas y quemaduras de primer grado por el arrastre, por lo que la familia denunció el caso y ahora el acusado iba a comenzar a ser sometido a juicio oral.
“Estoy convencido de que Díaz no se suicidó. Hay que investigar a la empresa CSI Cooperativa de Trabajo (N de R: que en el momento del accidente tenía contratado al vigilador)”, sostuvo Dalbón.
Por su parte, Walter Juan, padre de la víctima, dijo que sentía una “indignación total” ante la suspensión del juicio y consideró que el juez “prejuzgó” a su abogado porque aparece en televisión y por eso lo encarceló.
“Creo que esto está todo armado, los dueños de la empresa son ex policías y me parece que les salía más barato matar a Díaz”, denunció el padre del niño, quien adelantó que se pedirá la exhumación del cadáver del vigilador y que se le practique un examen de ADN.
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