Organizado por la Fundación Powerchair Football, el polideportivo Central recibió a más de 20 chicos que en sillas de ruedas motorizadas se integraron para compartir una jornada deportiva y de pura amistad. El intendente de Tigre, Sergio Massa, compartió junto a ellos y las familias este primer entrenamiento que se esperó con mucha ansiedad en la Argentina.
La pelota empezó a rodar. Y con ella, la alegría de más de 20 chicos de diversos puntos del país que comenzaron a disfrutar de una nueva disciplina única para que discapacitados motrices pudieran convertirse en participantes y dejar de ser espectadores. También disfrutaron del acercamiento con sus pares y sintieron el apoyo de sus familias, quienes los alentaron y disfrutaron.
En el Polideportivo Central Sarmiento, Sergio Massa, intendente de Tigre, presenció la práctica y subrayó al respecto: “Es hermoso poder aprovechar las instalaciones y la infraestructura deportiva del municipio para desarrollar estas actividades que en definitiva apuntan al deporte por la integración. Es la posibilidad de que más allá de las barreras que la vida y las circunstancias les pusieron a estos chicos, que sientan que pueden hacer deporte, sentirse integrados y activos. Tigre es su casa para realizar todas las actividades que deseen”.
Y agregó: “Hoy tenemos la suerte de tener a muchos chicos haciendo tenis, quad rugby, fútbol y a muchos también haciendo rehabilitación en las 16 piletas de natación del municipio. Es un orgullo porque es darle la posibilidad y es decirles que no hay límites a pesar de las barreras que te pone la vida”.
En este sentido, Mariano Rozenberg, director ejecutivo de Powerchair Football y profesor de educación física, los destacó: “Tuvimos mucho apoyo del municipio de Tigre para realizar el primer encuentro de fútbol en el polideportivo junto a nuestro primer grupo. En cuanto a lo deportivo, es ofrecer un deporte en sillas de ruedas motorizadas y el objetivo es dejarlos convertirse en el centro de la acción para dejar de ser hinchas o acompañantes. Ahora son deportistas, capaces de crecer en una disciplina, lo que cambia su forma de ver la vida. Sus actividades ya no son sólo educativas o laborales. Se les abre otro panorama”.
Calem Manzur tiene 9 años y es hincha de River, aunque “también de Barcelona”, como se apresura en aclarar, orgulloso, el niño nacido en la Patagonia. Por su parte, Juan Gagliardi tiene 13 y se declara fanático de Boca. Nada más los divide. Como buenos precoces amantes del fútbol, desde sus sillas de ruedas no dejan de hablar de su deporte. Piden una pelota, le preguntan al periodista de qué cuadro es hincha, relatan alternativas de lo visto en la TV o en la cancha. Son, por fin, protagonistas.
Catalina es de Don Torcuato, tiene 8 años y va al colegio como cualquier otra persona. Y cuenta: “Me gusta el fútbol porque me divierto y porque acá puedo hacer más amigos. También me gusta el rugby y cuando puedo voy a alentar a Hindú Club”.
Gonzalo Castillo, director general de Políticas para Personas con Discapacidad de Tigre, afirmó: “Desde que empezamos la gestión que estamos involucrándonos en estos temas generando espacios inclusivos para todos. Cuando la Fundación se acercó con la propuesta, enseguida propusimos el polideportivo para que este deporte que está tan instalado en el mundo pueda llevarse a cabo en el país. Trabajamos en gestión asociada pero además en Tigre llevamos a cabo diversas actividades como teatro, deporte y arte para personas con discapacidad. Tenemos un recorrido de micros por los barrios que acercan a los chicos al polideportivo”.
Este fútbol está dirigido a ambos sexos, sin distinción de edades a partir de los seis años y con el invalorable propósito de mejorar la calidad de vida, el proyecto tiene firmes cimientos.
Rozenberg brindó más datos: “Los que se movilizan en sillas de ruedas motorizadas es porque no pueden hacerlo en una convencional, ya que son quienes sufrieron parálisis cerebral, artrofias o distrofias musculares y esclerosis múltiple, además de otras circunstancias como cuadriplejías o lesiones medulares”.
El primer entrenamiento se llevó a cabo en Tigre y ya se juntaron más de 20 deportistas en el Polideportivo Domingo Faustino Sarmiento. “La idea es tener equipos en la Capital, Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba, donde ya hay familias identificadas. Queremos seguir buscando familias en todos los puntos de la Argentina con la idea fija de seguir creciendo y, de ser posible, tomar parte del tercer Mundial, que se hará en 2015″, informa Rozenberg.
Lo que hace específicamente a lo reglamentario, los ejecutores del juego ya lo conocen a la perfección: cuatro jugadores por equipo (tres de campo y un arquero) en una cancha de basquetbol (28 x 15 metros), con arcos de 6 metros de ancho y sillas cuya velocidad no supere los 10km/h. La pelota es N° 10, de cuero y 33 cm de diámetro. No hay categorías por sexo ni por edad, así que un niño puede interactuar con un adulto y un hombre con una mujer sin problemas.
Para quienes deseen saber más del flamante deporte, interiorizarse de cómo participar o simplemente difundir la obra, pueden contactarse con el doctor Mariano Rozenberg a Powerchair Football Argentina, al (011) 4708-2620. También por mail a info@powerchairfootball.com.ar. En internet, la dirección es www.powerchairfootball.com.ar.
Por último, Juan Manasa Fernández Miranda, subsecretario de Deporte local, expresó: “Trabajamos en fortalecer todo tipo de actividades y más éstas. Confiamos en el deporte como herramienta de inclusión y de desarrollo de estos chicos”.
Asimismo, en el municipio las actividades son: Fútbol, Natación, Atletismo, Bochas, Gimnasia Aeróbica, Torneos de fútbol intermunicipales, actividades recreativas y culturales como teatro, folklore y murga. Asimismo, posee rehabilitación acuática, que tiene como característica el movimiento en otro medio como el acuático y el trabajo con la familia (marcando el vínculo con el familiar). Para más información: deporte_especial@tigre.gov.ar o llamá al Polideportivo Alte Brown 4512-9961 Lavalleja 3051 polideportivobrown@tigre.gov.ar