Asistió con Malena, charló con todos los invitados, comió, brindó y hasta bailó. Montoya se prepara para volver al Gobierno bonaerense

Los invitados al coqueto restaurante "Rosa Negra", en San Isidro
Santiago Montoya, considerado "incasable" por varios, festejaba junto a su nueva mujer, Ana Sánchez. El buen vino y el champagne acompañan la llegada de los invitados (unos 150), junto con el hoy infaltable sushi y las más clásicas empanaditas de lomo.
Hubo una fuerte presencia del peronismo. Antonio Cafiero, Jorge Telerman. Tarde pero apurado, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli junto a Karina Rabolini. Luego Sergio Massa junto a su esposa Malena Galmarini. El intendente de La Plata, Pablo Bruera ingresó junto a José Eseverri, jefe comunal de Olavarría. Rafael Perelmiter titular de Arba. Adrían Pérez, el "niño mimado" de Elisa Carrió.
Varios se preguntaban: "¿Y Felipe Solá?" "Es incorregible, siempre va a llegar tarde" definió Sergio Massa mientras conversaba con Telerman sobre el futuro del PJ. Scioli se fue y con diferencia de siete minutos llegó Solá, que se sentó en la mismísima silla del Gobernador. Montoya seguía apegado a su familia y poca importancia le daba al sector político. José "Pepe" Scioli se concentró en casi una hora de charla con el operador todo terreno del Gobierno, Juan Carlos "Chueco" Mazzón. El embajador español, Rafael Estrella se sentó con Sergio Massa, que conversó con todos. Telerman se alejó un rato y charló con Solá sobre el devenir partidario y saludaba a los periodistas Santo Biassati y Jorge Fontevecchia.
En el momento del baile la madre de Montoya lo agarra del brazo a Sergio Massa y casi sin opción lo saca a bailar. El ex Jefe de Gabinete demuestra su juventud y baila tres temas con la mujer.
Horas más tarde y previo al abrazo final, el intendente de Tigre le dice a Felipe Solá "nuestra relación está intacta pese al paso del tiempo", entre risas.