En un partido malo, casi sin llegadas a los arcos, y con una floja actuaciòn, Tigre cayó ante Arsenal, en Sarandí, por 1 a 0 y sigue en mala racha. El gol lo marcó Garnier en la segunda etapa. |
Tigre sigue sin recuperar el rumbo triunfal y sigue dejando pasar sus chances para asegurarse un lugar en los torneos internacionales, con un rendimiento que individual y colectivamente está muy lejano de aquel equipo sensación del Apertura. En Sarandí, el encuentro comenzó con una interesante propuesta ofensiva, con tres delanteros desde el arranque, aunque a la larga quedaría demostrado que ni siquiera así Tigre lograría llevar peligro al arco de Arsenal. Ambos equipos se repartieron el protagonismo durante gran parte de la primera etapa, con Arsenal apretando un poco más en los metros finales y con Tigre manejando bien la pelota cuando se propuso jugar por abajo, pero sin hilvanar jugadas claras de ataque. La segunda etapa tuvo un tinte similar, aunque en los primeros minutos el local se encontró con un fortuito gol en el único tiro al arco que hubo en el partido, y que Islas no pudo contener. De allí en más, cedió la iniciativa a un equipo que parece haberse desorientado, sin circuito de juego ni cambio de ritmo, pero sobre todo sin la armonía y el contagio que lo caracterizaba. A lo largo de todo el encuentro Tigre no encontró respuestas futbolísticas, anímicas, ni físicas para superar al rival. Ni siquiera en el banco se encontró un recambio que aportara nuevas ideas, prueba de ello es que Diego Cagna sólo realizó dos modificaciones, sacando a los dos delanteros de área con los que había comenzado el partido. Así, sin arrestos individuales para inclinar la balanza y con muchas dificultades para construir juego asociado y realizar pases precisos, Tigre sólo llegó en dos ocasiones, con un cabezazo de Altobelli al comenzar la etapa y otro de Blengio sobre el final, y abusó demasiado del recurso de los centros a un área generalmente despoblada o con inferioridad de camisetas azules y rojas. La vorágine de rotación de nombres en el once inicial en busca de soluciones y aire fresco pareciera volverse contraproducente en la confianza de un equipo al que cada vez le cuesta más reconocer sus raíces y volver a ser aquel que se llevaba por delante a los rivales con fútbol, garra y corazón. En esta racha negativa Tigre sigue acumulando partidos sin triunfos, pero más alarmante quizás, es que lleve tres encuentros sin convertir y de los últimos seis, sólo haya marcado dos goles. Allí estará entonces la clave inicial para volver al triunfo y conseguir una remontada en las fechas que quedan hasta el final. www.catigre.com.ar | | |||||||