Una sobreviviente aseguró hoy que el ex prefecto y represor Héctor Febres tenía trato cotidiano con las secuestradas embarazadas en la ESMA y les pedía que escribieran nombres de personas a quienes querían entregar a sus bebés tras los nacimientos. Beatriz Toker de Girro dio por tierra así con declaraciones del represor, quien había asegurado a la justicia ignorar todo lo referido al paso de secuestradas embarazadas por la Escuela de Mecánica de la Armada en la última dictadura.
Toker fue una de las testigos de la sexta jornada del juicio oral que se sigue al detenido represor y también reveló que cadáveres de otros secuestrados fueron “calcinados” en el campo de deportes de ESMA.
La sobreviviente detalló el trato diario que tenía Febrés con secuestradas a punto de dar a luz y que, incluso, “les pedía que escribieran” a quienes “querían entregar los recién nacidos” una vez producidos los partos.
Otra víctima y sobreviviente de ese centro clandestino, Manuel Fernando Franco, de 54 años, recordó que fue secuestrado en octubre de 1979 como parte de la “última agrupación de Montoneros que operaba en Capital Federal”.
“Me tiraron adentro de un auto, con una capucha y un pie en la cabeza y me llevaron a la ESMA. Me tuvieron esperando cuatro horas solo en una salita y después vinieron, me tiraron en una cama para someterme a tortura”, detalló.
El testigo aseguró que podía escuchar “a Febres diciendo que subieran el voltaje de la picana que me daban”. Franco fue obligado bajo amenaza de “entrar a los tiros a su casa” a conducir él mismo a Febrés a su domicilio para secuestrar a su esposa.
La pareja volvió a la ESMA y así pudo preservar a su “bebé de días”.
Dora Laura Seoane, ex esposa del también sobreviviente Víctor Basterra, volvió a recordar -tal como lo hizo otro testigo la semana pasada- que Febres fue el encargado de trasladar a un grupo de prisioneros de la ESMA a una isla del Tigre.
El objetivo fue “ocultarlos” de una visita que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo al país en septiembre de 1979.
Seoane, quien había sido secuestrada junto a Basterra y su hijita de dos meses el 10 de agosto de 1979 en su vivienda de la bonaerense localidad de Valentín Alsina, fue liberada tras cinco días de cautiverio, lapso en el cual fue torturada. La mujer afirmó que en el operativo en el que fueron secuestrados quien manejaba el Ford Falcon era el represor Ricardo Cavallo, actualmente detenido en España tras haber sido extraditado desde México.
La audiencia continuará mañana a las 10 a cargo del Tribunal Oral Federal 5 con más testimonios de sobrevivientes.