Crisis, diálogo y participación: el economista habló con vecinos de Tigre sobre la realidad social y económica de Argentina
Don Torcuato fue escenario de una charla entre el economista Juan Enrique y los vecinos del distrito de Tigre. Frente a un auditorio atento, Enrique trazó un diagnóstico contundente: la crisis que atraviesa el país es producto de decisiones deliberadas que impactan en el ajuste fiscal, el desempleo y el retroceso de la inversión pública.
Durante el encuentro, el especialista describió el padecimiento de los barrios populares: la falta de infraestructura, la desinversión estatal y el aumento de la pobreza. “Esto no es casualidad: quienes gobiernan hoy están cumpliendo un plan que deja al pueblo en jaque”, sentenció, mientras los presentes asentían y compartían sus experiencias cotidianas.
El objetivo de la jornada fue despejar dudas y brindar herramientas de análisis para que los vecinos puedan comprender las lógicas económicas subyacentes. Enrique destacó la importancia de empatizar con aquellos que aún confían en una salida favorable y remarcó que la clave para revertir la situación es la participación activa en política y democracia.
Más allá del diagnóstico, el economista valoró el afecto recibido: fotos, apretones de manos y preguntas que inundaron el panel demostraron que, pese al desencanto general, subsiste la esperanza. “Siempre que llovió, paró. La gente de Torcuato quiere involucrarse, cree en las instituciones y eso alimenta mi optimismo”, expresó.
A la hora de compartir su motivación, Enrique apeló a sus raíces: oriundo de Virreyes, recordó su paso por la carrera de Ciencias Económicas y su convicción de “militar” la economía desde los medios. Para él, toda política económica traduce intereses, ya sea de grandes minorías o de las mayorías, y hoy ve que los vecinos reclaman ser tenidos en cuenta.
Finalmente, el economista felicitó a Sebastián Rovira y Mercedes García, candidatos a concejales de Tigre, y alentó a la comunidad a mantener viva la participación democrática: “Votar, militar, debatir: es la única forma de cambiar nuestra realidad y aspirar al bienestar común”.
El paso de Juan Enrique por Don Torcuato reflejó dos realidades entrelazadas: un diagnóstico económico crítico y una ciudadanía dispuesta a reubicarse en el centro del debate político. Sus palabras dieron voz a quienes sufren las políticas de ajuste y alentaron la convicción de que, pese a la adversidad, la esperanza y la acción colectiva pueden trazar el camino hacia una Argentina más justa y próspera.
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