El Hogar Santa Rosa celebró una misa para recordar a su Patrona

El Obispo Monseñor Oscar Ojea de la Diócesis de San Isidro ofició la ceremonia para un centenar de vecinos y las internas de la institución.

Con motivo de celebrar el Día que recuerda a su Patrona, las Hermanas de la Congregación Santa Rosa se reunieron en las instalaciones del Hogar junto a centenares de fieles y representantes del poder legislativo de Tigre. La eucaristía estuvo presidida por El obispo Monseñor Oscar Ojea de la Diócesis de San Isidro.

Al respecto el Presidente del Bloque de Concejales del Frente Renovador Tigre, Rodrigo Molinos expresó: “Compartimos este día junto a las hermanas, internas y vecinos, trayendo el saludo y el reconocimiento del Intendente de Tigre, Dr. Julio Zamora. Desde el municipio acompañamos las acciones y el trabajo que realizan las hermanas de la congregación por las niñas que viven y se desarrollan en el hogar”.

“Esta celebración nos une como vecinos bajo una identidad de solidaridad, contención y trabajo. Apenas uno ingresa al hogar siente el amor y el cariño que se fomenta en la institución y se refleja en los rostro de cada una de las niñas que aquí viven” finalizó Molinos.

Monseñor Ojea brindó una misa para todos los creyentes donde se recordó a la Patrona de la institución y se destacó el compromiso y la colaboración de los fieles con el Hogar. Luego de la ceremonia entregó a los ediles una plaqueta a nombre del Jefe Comunal donde se agradece el compromiso y acompañamiento del Municipio de Tigre para con la misión del hogar.

Por su parte la concejal del FR Tigre, Sandra Rossi manifestó: “Es un gran placer poder compartir este día con las hermanas y acompañar la importante obra que realizan desde el hogar para dar cobijo, asistencia y mejorar la calidad de vida de las más de 40 internas que viven en la institución”.

El Hogar fue donado en 1972 por la familia Valle y desarrolla talleres de telar, tejido, cocina y expresión artística para las internas. La Virgen Santa Rosa de Lima nació en la Capital de Perú el 30 de abril de 1586 y fue bautizada con el nombre de Isabel Flores de Oliva. A los tres meses de nacida su madre comenzó a llamarle Rosa al verla tan hermosa como una flor. Desde pequeña sintió una fuerte vocación religiosa y una vez adulta, vistió el hábito de la tercera Orden de Santo Domingo y se dedicó a una vida de piedad y de virtud. Falleció el 24 de agosto de 1617 y en el año 1671, el Papa Clemente X, la canonizó como Santa Rosa de Santa María, Patrona de las Américas y las Islas Filipinas.