Un homicida condenado a prisión perpetua por asesinar a su mujer y enterrar el cuerpo clandestinamente logró que el Tribunal de Casación Penal de la Provincia le rebaje la pena a 15 años de arresto domiciliario. El fallo tomó en cuenta la declaración del hombre, quien sostuvo: "No me cocinaba", estaba "siempre enojada" y "se cagaba de risa de mí".
La mala relación que mantenía con su mujer le valió al asesino de 70 años para acceder al beneficio de la reducción de su condena y alcumplimiento de la misma en su casa. Así lo entendieron los magistrados de la Sala III de Casación bonaerense.
Lo jueces indicaron en el fallo que le redujeron la pena debido a"circunstancias extraordinarias de atenuación" en la conducta del marido, tal como que "la relación conyugal entre víctima y victimario hacía tiempo que se hallaba finiquitada".
La resolución recogió el alegato del homicida durante el juicio oral, que afirmó sobre su mujer: "No me cocinaba", estaba "siempre enojada" y "se cagaba de risa de mí".
"La actitud por él asumida respondió sin duda a impulsos emocionales relacionados al turbado enlace familiar existente", arguyeron los magistrados.
El hombre había sido condenado a prisión perpetua por el Tribunal en lo Criminal 6 de Lomas de Zamora al ser encontrado culpable de ahorcar a su esposa el 11 de diciembre de 2004 y luego enterrar el cadáver en un lote vecino ubicado en la calle Armesti 3, del barrio San José de ese Partido del Conurbano.
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