Los remeros desafiaron al frío en otra regata oficial

El Club de Remo de La Plata recibió a los deportistas tigrenses con la rampa cubierta por una fina capa de hielo, pero éstos se resistieron a la temperatura y, en base al esfuerzo y la pasión, disputaron la carrera con buenos resultados.

La ciudad de Ensenada, sobre las aguas del Río Santiago, fue el escenario de otra próxima regata oficial. Todos los pronósticos anunciaban un domingo con temperaturas bien por debajo de los cero grados. La hora de inicio del programa de regatas era a las 10 de la mañana; esto implicaba que los remeros debían estar en la Pista de La Plata por lo menos a las 8 para armar sus embarcaciones. Tras lidiar con la escarcha y los toletes metálicos helados, estaba todo listo para comenzar.

Las carreras se realizaron con normalidad a pesar del fuerte viento y el frío intenso que helaba las extremidades expuestas de los remeros, y el oleaje que entorpecía hasta al más hábil de los remeros. Hubo muchas carreras que se definieron en los últimos metros, remeros que sacaban fuerzas sobrehumanas al oír el aliento de sus compañeros desde la costa. Entre las mejores definiciones estuvo el triunfo de Rodrigo Gandola, del club de remo Teutonia, que se impuso al bote del Nahuel Rowing Club en la categoría single Sub 23 peso ligero. El doble del San Fernando tripulado por Facundo Torres y Remo Lanzoni remontó una regata en la cual venían segundos, detrás del bote teuton. Alejandro Cucchietti  también del Teutonia ganó el single senior masculino.

Entre las damas hubo pocas regatas debido a varias remeras enfermas o lesionadas, motivo por el cual varias de las carreras no se corrieron.  En el single menor, Daniela Girardi se impuso ante todas sus rivales con comodidad.  El doble damas senior fue ganado por la dupla de Lucia Palermo, vecina de Pacheco, y Laura Abalo también tigrense. En segundo lugar llegó el bote teuton tripulado por Sofía Esteras y Miranda Damario.

Con una complicidad casi perfecta, el cielo se mantuvo despejado hasta finalizar la última prueba oficial. Luego, una buena ducha caliente y a desarmar los botes para volver a llevarlos hasta Tigre.