La Justicia de San Isidro dictó la prisión preventiva de los dos adolescentes de 16 años que están detenidos y acusados de participar del crimen del Santiago Urbani, cometido el 10 de octubre en Tigre, mientras que un joven que estaba prófugo por el caso se entregó a la policía
El último sospechoso detenido es un muchacho de 19 años, que se presentó ante los efectivos policiales en una parroquia de la localidad bonaerense de Garín.
Las fuentes policiales dijeron a Télam que este joven era buscado desde hacía una semana cuando fue identificado por los pesquisas como uno de los sindicados delincuentes que entró a robar a la casa de la víctima.
Por su parte, la jueza de Garantías 2 del Fuero Penal Juvenil, Patricia Klentak, consideró que los dos chicos de 16 años que ya estaban apresados por el caso también participaron activamente de los hechos, por lo que hoy decidió que permanezcan detenidos en institutos bajo un régimen cerrado de máxima seguridad.
La jueza Klentak les imputó a ambos el delito de "homicidio calificado criminis causa en concurso con robo calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra".
La decisión se adoptó durante una audiencia oral realizada en el juzgado a pedido del fiscal de ese fuero de San Isidro Andrés Zárate, quien argumentó su pedido de prisión preventiva con toda la prueba colectada en el expediente.
Uno de los dos chicos de 16 años detenido confesó el viernes pasado su participación en el asalto en la casa de Urbani, pero negó ser el autor del disparo de escopeta.
Sin embargo, fuentes judiciales indicaron a Télam que en su exposición el fiscal Zárate le atribuyó a este adolescente ser el autor material del crimen en base a que era el poseedor del arma.
Es que dos días después de su detención, una escopeta recortada calibre 16, que para los investigadores es el arma homicida, fue encontrada escondida en un pozo ciego ubicado frente a su casa y el adolescente dijo que la arrojó allí por orden de otro cómplice.
Pero para pedir la prisión preventiva el fiscal valoró fundamentalmente el relato de la madre y la hermana de la víctima, que sitúan al sospechoso en la habitación donde se produjo el asesinato.
Otro de los elementos que liga directamente al detenido con el crimen de Urbani es que los investigadores descubrieron que vendió un amplificador de una guitarra robada en la casa de la víctima a un vecino, que declaró que lo compró de buena fe.
Los voceros explicaron que tras la medida dictada hoy uno de los adolescentes permanecerá alojado en un instituto de La Plata y el otro en Dolores.
La causa tiene otro detenido, Carlos Galvez (34), pero al ser mayor sigue a disposición del fiscal de Tigre, Cosme Irisaren, quien aún no formuló el pedido de prisión preventiva.
Gálvez se declaró inocente, pero varios vecinos de Garín lo señalaron como el autor del incendio del auto de Urbani, el cual la banda abandonó en esa zona luego de matar al chico.
El crimen de Santiago (18) fue cometido en la madrugada del sábado 10 de octubre cuando el estudiante de músico terapia llegó a su vivienda ubicada en Liniers 1988, de Tigre, en su auto y fue amenazado por al menos tres ladrones que le exigieron entrar a la casa.
Una vez en el interior, el joven entregó varios objetos electrónicos, entre ellos un DVD, una cámara de fotos digital y el amplificador de una guitarra.
Al momento del hecho, dentro de la vivienda dormían la hermana y la madre del adolescente, quien contó que los delincuentes dejaron "inconciente" a su hijo y que luego de "robar todo", lo llevaron a otra habitación, lo "fusilaron" de un disparo en la cabeza y huyeron con su auto, un Chevrolet Corsa gris.
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