Un joven fue condenado hoy a prisión perpetua al ser hallado culpable de ser coautor del asesinato frente a su hijo de Enrique Fernández Gill, cuyo padre fue embajador y dos veces diputado, cometido en 2007 en la localidad bonaerense de San Miguel
El Tribunal Oral en lo Criminal 4 de San Martín, integrado por los jueces Juan Agustín de Estrada, Mónica De Benedetto y Julio César Giorgio, aplicó la pena máxima del Código Penal a Emanuel Trimani.
De esta manera, el tribunal hizo lugar a la pena solicitada por la fiscal del juicio, Fernanda Billone, quien también consideró a Trimani coautor, junto a un prófugo, del delito de "homicidio, robo calificado y lesiones graves".
Alejandro Fernández Gill, hermano de la víctima, manifestó hoy a Télam que se siente "conforme" con la sentencia, "aunque en un cincuenta por ciento, porque aún falta detener y condenar a su cómplice"
El TOC 4 valoró especialmente el testimonio de Juan Fernández Gill, hijo de la víctima, quien reconoció en la sala de audiencias a Trimani y lo señaló como quien ingresó a su casa con un cómplice, lo golpeó y luego incitó a que mataran a su padre, que trabajaba como empleado municipal.
De esta forma quedó acreditado que la madrugada del 24 de marzo de 2007 Trimani y Omar Shaeffer -prófugo- entraron con fines de robo a la casa de Junín 514 de Bella Vista, partido de San Miguel.
Los delincuentes violentaron la reja de una ventana y mientras Shaeffer ingresó a la casa, Trimani se quedó de "campana" en la puerta.
El ladrón revisó la planta baja de la vivienda en busca de objetos de valor, pero al escuchar ruidos, Fernández Gill (45), que estaba durmiendo, salió de su habitación y corrió a la de su hijo, en la planta superior.
Pero enseguida, el delincuente subió a ese cuarto, hizo descender al hombre por la escalera y le disparó un tiro en la cabeza delante de su hijo.
Juan recordó que fue Trimani quien lo alentó y le gritó: "Matalo al viejo y vámonos".
"Pero después me agarró de los pelos y me empezó a decir `buscá la plata, buscá la plata'. Me iba pegando con el arma y me gritaba: `te voy a matar'", contó el adolescente, quien fue herido en la cabeza y en un pómulo.
Luego de que el delincuente encontró algunos valores, ambos escaparon, justo en momentos en que llegaban a la casa un primo de Juan con un amigo, que regresaban de bailar.
Los tres jóvenes corrieron a la casa de un vecino a pedir ayuda, pero Fernández Gill ya estaba muerto porque -según estimó el chico- los asaltantes estuvieron cerca de una hora y media en su casa y su padre se desangró.
Por su parte, la defensora oficial Viviana Martínez pidió la absolución de Trimani al sostener que esa noche no estuvo en el lugar de los hechos, no conoce a Shaffer y el cargador que se encontró en la casa de la víctima no coincide con el de la pistola
Sin embargo, durante el juicio, los peritos balísticos afirmaron que ese cargador podía perfectamente colocarse en esa arma.
Tras el hecho, la madre de Trimani lo entregó a la Policía, pero los investigadores nunca pudieron atrapar a Shaffer, quien es sindicado como el autor material del crimen. Shaffer se encuentra prófugo desde el hecho y hay una recompensa de hasta 70.000 pesos para quien aporte datos para dar con él.
"Shaffer nunca fue detenido por culpa del juez (Nicolás) Schiavo, que tuvo la instrucción de la causa. Le dimos información concreta de donde podía estar, pero nunca ordenó los allanamientos. Hay gente que lo ve, nos cuenta, pero después no se
Schiavo es el magistrado que cobró notoriedad cuando dejó libre a un hombre que luego asesinó a un matrimonio y sus dos hijos en Campana. Sobre este juez que continúa en su cargo existen pedidos de juicio político.
El hombre asesinado trabajaba en la municipalidad de San Miguel y era hijo de Guillermo Fernández Gill, quien fue embajador en Bélgica durante la presidencia de Arturo Illia, entre 1963 y 1966, y diputado por el Partido Federal que lideraba Francisco
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