El elenco de Don Torcuato arrancó la temporada al rojo vivo y demostró que se encuentra un escalón por sobre el resto de sus contrincantes.
Por otra parte, el San Isidro Club (SIC) cayó sorpresivamente frente al recién ascendido San Martín por 13 a 11, en un encuentro correspondiente a la Zona C.
En tanto, que por la Zona B, el subcampeón Newman perdió como local ante el dinámico equipo de Pucará por 39 a 20.
Los demás resultados de la jornada son los siguientes: Zona A: Regatas Bella Vista 41-Manuel Belgrano 28; CUBA 19-Atlético del Rosario 16; San Luis 19-Belgrano Athletic 35. Zona B: La Plata 66-San Fernando 14; Alumni 57-Pueyrredón 9; Banco Nación 8-San Cirano 17. Zona C: Olivos 28-San Albano 13; Champagnat 14-CASI 15; Los Tilos 20-Lomas Athletic 35.
Las posiciones quedaron de esta manera: Zona A: Hindú y Belgrano Athl. 12; Regatas 9; Atl. Rosario y CUBA 5; San Luis y Manuel Belgrano 1; Buenos Aires, 0. Zona B: Pucará 11; La Plata 10; Alumni 7; San Fernando 6; Newman y San Cirano 4; Banco Nación y Pueyrredón 0. Zona C: Olivos 11; CASI 10; SIC 7; Champagnat y Lomas 7; San Martín 4; San Albano y Los Tilos, 0.
Hasta la mitad del segundo tiempo, Buenos Aires opuso férrea resistencia. Igual, Hindú ya había anotado cinco tries, ganaba 29-17 y tenía asegurados los seis puntos. Después, Biei bajó los brazos y el equipo de Don Torcuato terminó por imponerse por un amplio 51-24.
De una punta de la cancha a la otra, Hindú trasladó la pelota, desbordó por los wings y vulneró nueve veces el in-goal rival. Así, tras dos fechas, se mantiene con puntaje ideal, en la cima de la Zona A. Buenos Aires, que actuó como local, aún no sumó puntos.
De una punta de la tabla a la otra, la goleada que el tricampeón le propinó al recién ascendido evidenció uno de los déficits del torneo de la URBA: muchos equipos, muchos partidos, muchas diferencias.
Para este año, la URBA modificó el formato del torneo: en la primera rueda, los 24 equipos que conforman el Grupo I se dividieron en tres zonas, en lugar de dos, como en los años anteriores. Con esto se logró reducir la cantidad de partidos. Para ser campeón hay que disputar 22 encuentros, cuatro menos que el año último. Sin embargo el nivel está lejos de emparejarse y el espectáculo se torna monótono. Batacazos como el triunfo de ayer de San Martín ante el SIC no son sino raras excepciones.
"Para mejorar el juego hay que reducir el número de participantes", sostuvo Juan Fernández Miranda. "Es una discusión de siempre, pero si los dirigentes no se ponen de acuerdo no se va a arreglar. Depende de que la URBA quiera hacerlo, no es una decisión de los jugadores."
Santiago Fernández coincidió en parte: "Yo haría un campeonato más corto, pero así igual es muy competitivo. El partido de hoy fue muy duro y el resultado fue mentiroso".
Es cierto, pero por lo contrario. Si la diferencia no fue mayor fue porque falló en los envíos a los postes (ayer Hernán Senillosa erró 6 de 9 y en el campeonato sólo convirtió 6 de 16, es decir, 37,5%; Manasa lleva 0 de 1). Ni siquiera cuando jugó al ciento por ciento de sus posibilidades pudo Buenos Aires mantener el ritmo. El mínimo error, un knock-on, una pelota que queda adentro, un tackle errado y ya es try abajo de los palos. Y si no, Hindú se las ingenia para mover la pelota de un lado a otro hasta generar espacios por las puntas. Juega rápido, pasa el ruck con poca gente, tira salteos, cruces, redobles. Cuatro de los primeros cinco tries, cuando todavía había un partido, fueron por intermedio de los tres cuartos.
En los últimos 20 minutos, Biei se rindió. Literalmente bajó los brazos, dejó de tacklear y padeció cuatro tries más. Sólo le queda por rescatar la actuación de Gonzalo Camacho. El integrante del equipo de Seven que ganó la medalla de plata en el Mundial de Dubai hizo dos tries de gran factura tras jugadas personales. Demasiado poco ante tamaña diferencia entre uno y otro.
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