EN VIVO!!

FM RDT EN VIVO

FM RDT 106.9 mhz de Don Torcuato al mundo entero!

ESCUCHA EN VIVO POR INTERNET

lunes, 24 de noviembre de 2008

Laverni le invento un tiro libre a Estudiantes y ahí empezó el bajón anímico de Tigre que perdió 3 a 1 y dejó la punta

Estudiantes de La Plata venció como local a Tigre, hasta este domingo uno de los líderes del torneo Apertura, por 3 a 1 en un partido correspondiente a la 16ta. fecha del torneo Apertura.

Los goles del equipo local los convirtieron Juan Sebastián Verón (tiro libre inventado por Laverni y amarilla para Morel) e Iván Moreno y Fabianesi, a los 8 y 29 minutos del primer tiempo, respectivamente, y Leandro Benítez, a los 45’ del complemento, desde afuera del área. En la última jugada del partido descontó el "Chino" Luna, de cabeza, para los de Victoria, que desperdiciaron la chance de quedarse con la punta en soledad, además de perderla en manos de Boca Juniors.

Estudiantes le cortó la ilusión a Tigre

En La Plata, los de Leonardo Astrada fueron superiores en todo momento, ganaron 3-1 y privaron a los de Victoria de ser los únicos líderes del Torneo Apertura.

Tigre sabía que, con la derrota de San Lorenzo ayer, dependía de sí mismo para adueñarse en soledad de la punta del Torneo Apertura, sin importar los otros resultados. Pero la parada para los de Diego Cagna no era simple, para nada. Porque enfrente estaba Estudiantes, que de la mano de Leonardo Astrada está en un gran momento, con final de Copa Sudamericana incluida. Y desde el arranque el local impuso su autoridad, con buen tiro libre de Juan Sebastián Verón que se metió por el palo que defendía Daniel Islas. Era el primer paso para una victoria sin atenuantes. Tigre, como hizo siempre bajo el mando de Cagna, fue para adelante y no quería dar por terminada su misión. Pero Estudiantes fue mucho más. Y tras una excelente jugada colectiva, y una asistencia sutil de Verón, Moreno y Fabianesi definió con borde externo y el partido se terminó en el primer tiempo, por más que todavía faltaba la segunda mitad. En el segundo tiempo el trámite del partido no iba a cambiar, aunque la visita tuvo más situaciones y mereció el descuento, pero la buena labor de Andújar ahogó los festejos de Tigre. Ya en tiempo cumplido, Leandro Benítez, reemplazante de Verón, clavó un zapatazo tremendo y colocó el 3-0, aunque Carlos Luna, al instante, descontó de cabeza. Mientras Estudiantes continúa con su buen momento, Tigre dejó pasar la chance de seguir puntero y además perdió la punta, porque Boca hizo en Tucumán lo que ni ellos ni San Lorenzo pudieron y ahora mira a todos desde arriba.

Estudiantes ahogó la ilusión de Tigre

Los de Cagna debían aprovechar la derrota de San Lorenzo para sacar ventajas en la cima.

Estudiantes sorprendió a Tigre, embarcado en la ilusión de aspirar a campeón del torneo Apertura, y en su inexpugnable fortaleza del estadio Ciudad de La Plata frustró sus expectativas con un implacable 3 a 1. Estudiantes consolidó entonces su prolongado invicto como local, ya que hacía 33 encuentros que no perdía en esa condición, cifra que pasó a ser de 34. Tigre había salido con toda su voluntad y entusiasmo, bien respaldado por la multitud que recorrió unos 80 kilómetros para ver a su equipo. Atacó desde los primeros minutos a un Estudiantes que, con algunas variantes sutiles en su formación, aportó la mejor predisposición para este partido, embalado como está para ganar la Copa Sudamericana y clasificarse a la próxima edición de la Libertadores. El partido se tornó cuesta arriba para Tigre, que comenzó a avanzar con cierta desesperación, algo que propició otra llegada profunda de Estudiantes, tocando y con buenas chances.

Le llevó tiempo reaccionar a Tigre. Ni los cambios que desde temprano ordenó Diego Cagna ni toda la voluntad de sus hombres, logró torcer la historia. Lo de Tigre fue pura impotencia, con varios disparos de volea que se fueron a las tribunas y apenas una ocasión clara, sobre el final, en que la pelota dio en el travesaño y se fue. Tigre terminó el partido jugando de la manera conmovedora como había comenzado, aunque con desesperación por "achicar" diferencias e improvisando a su arquero como último defensor en la cancha.

Síntesis:

Estudiantes: Mariano Andújar; Marcos Angeleri, Cristian Cellay, Leandro Desábato, Raúl Iberbia; Iván Moreno y Fabianesi, Rodrigo Braña, Juan S. Verón, Juan Manuel Díaz; Gastón Fernández y Mauro Boselli. DT: Leonardo Astrada. Tigre: Daniel Islas; Pablo Jerez, Pablo Fontanello, Norberto Paparatto y Rodolfo Arruabarrena; Sebastián Rosano, Diego Castaño, Matías Giménez; Martín Morel; Leandro Altobelli y Leandro Lázzaro. DT: Diego Cagna. Goles en el primer tiempo: 8m Verón (E), 29m I. Moreno y Fabianesi (E). Goles en el segundo tiempo: 45m Benítez (E), 46m Luna (T). Cambios en el primer tiempo: 38m Rusculleda por S. Rosano (T). Cambios en el segundo tiempo: 18m Calderón por Boselli (E), 19m Luna por M. Jiménez (T), 24m Galeana por G. Fernández (E), 24m C. Bardaro por Altobelli (T), 31m L. Benítez por Verón (E) Estadio: Ciudad de La Plata. Arbitro: Saúl Laverni.

Estudiantes y Verón fueron un oponente demasiado pesado para un Tigre perdido

Estudiantes desestimó muy rápido todas las intenciones de Tigre en el Estadio Ciudad de La Plata, por el gol y la claridad en el juego de Juan Sebastián Verón y por la jerarquía futbolística de un equipo que supo a qué jugar frente a otro que estuvo muy lejos del nivel que merece la punta del campeonato.

Fue un 3 a 1 que se liquidó en el primer tiempo y que se selló con el golazo del Chino Benítez sobre el final, por lo que nunca estuvo en riesgo a lo largo del partido y terminó siendo una victoria incuestionable.

En el desarrollo fue el Pincha el que se mostró a la altura de las especulaciones, porque a priori se imaginaba un partido de buen caudal futbolístico consecuente con las características de ambos conjuntos. Ese mismo que mostraron ambos en el comienzo, pero que luego sólo supo sostener el local a través de su ventaja en el marcador y el peso específico de su jerarquía.

La promesa de buen fútbol se efectivizó desde el primer minuto. Porque Estudiantes aplicó su mejor repertorio en su terreno más apto y antes de cumplir el minuto de juego ejecutó una acción de banda a banda con extrema pureza técnica que la Gata no resolvió con justeza. Aunque más evidente se hizo el gesto de buen trato de balón desde que Tigre no acusó recibo del peso de su rival jugando como local y se dispuso a hacer rotar la tenencia de la pelota para machacar ante cada chance. Tigre no sintió el golpe en lo futbolístico, porque mantuvo su identidad de juego sustentada en la posesión criteriosa del balón, pero sí en un elemento sustancial para hacer declinar a un equipo tan fuerte como Estudiantes: la paciencia. Porque se mostró nervioso, alterado, y por consiguiente esto atentó contra su dominio en el desarrollo.

Una demostración del concepto es que el conjunto de Victoria se aproximó en cuatro oportunidades luego de recibir el cachetazo de Verón, pero ninguna de ellas fue resuelta con el acierto pertinente. Y en contraposición, el Pincha asumió que se encontró con un gol tempranero, lo asimiló a conciencia del futuro más próximo (ni más ni menos que una final internacional) y se permitió el control de la pelota con la serenidad que el tanteador admitía. Sencillamente, hizo uso de la jerarquía que posee ante un oponente que se vio disociado en sus líneas y bastante avaro considerando la posibilidad de quedar como único puntero del campeonato.

Los de Cagna fueron dando claras señales de amigarse con el abismo. Además, Estudiantes le cedió la iniciativa en el complemento amparado en el marcador y en la necesidad de tener que bajar los decibeles, lo que alimentó aún más las dudas del Matador en la búsqueda de un mensaje esperanzador. Intentó con recursos como el pelotazo o el centro innecesario, elementos impropios por su gen futbolístico y por la consistencia del rival para obstaculizar el beneficio de esto. Así se consumió todo el tiempo restante. Con los dos cumpliendo los mismos roles. Por lo que el golazo de Benítez terminó por confirmar la superioridad de su equipo, y lo mismo con el descuento de Luna, que de nada sirvió.

Este empeño era una clara consecuencia de que el local le quitó la pelota, la manejó a su gusto y Tigre fue un espectador que tuvo que impedir esto desde la marca, un medio que no acostumbra. Y cuando le cedió la posesión, la desventaja y el correr de los minutos acrecentaron los nervios y terminaron por sepultar cualquier indicio de empate que pudiera cosecharse. Un triunfo inobjetable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario de la noticia:

Archivo del blog