Record de Público para ver “Fragmentos” en Museo de Arte de Tigre (MATi).
Con un record de público, más de 3000 personas por día, arrancó en el Museo de Arte de Tigre la muestra más exitosa de un artista vivo en la Argentina.
Muchos jóvenes y chicos recorren desbordan ese edificio único que es el Museo de Arte de Tigre para disfrutar de la muestra retrospectiva sobre el artista Páez Vilaró.
"La muestra “Fragmentos”, del artista uruguayo, Carlos Páez Vilaró, repasa de manera retrospectiva la vida de este maravilloso autor, con obras que abarcan desde sus comienzos hasta los trabajos contemporáneos de su exitosa carrera.
El MAT albergará hasta el 31 de agosto las obras del célebre artista y vecino de Tigre.
“Estamos desbordados por la cantidad de turistas de diferentes lugares y países que se acercan a conocer la obra de Páez Vilaró” al tiempo que agregó “Tigre es un destino turístico para todo el año y esta muestra está marcando un record para el Museo de Arte que es un orgullo de los vecinos de Tigre”, agregó el Presidente de la Agencia de Turismo de Tigre, Claudio Ambrosini.
La muestra inaugurada por el Intendente de Tigre, Sergio Massa, consta de 114 obras, se podrá visitar hasta el 31 de agosto en el MAT ubicado en Paseo Victorica 972, Tigre.
Carlos Páez Vilaró Fragmentos de una vida intensa
"Esta muestra está integrada de fragmentos de etapas o mojones de mis trabajos. Reacio al análisis retrospectivo me sorprendo de mi propia decisión de haber aceptado el desafío de exhibirlos, pasando revista a las pinturas acumuladas. De todas maneras, creo que el artista de vez en cuando debe darse el gusto de revisar su obra. La que sobrevivió al embate de sus necesidades y quedó sepultada por años, maniatada por las telas de araña al esqueleto de las estanterías." A manera de introito, Carlos Páez Vilaró, el gran artista uruguayo de ochenta y cinco años, ha escrito estas palabras para presentar su megamuestra en el Museo del Tigre. No son las únicas. Toda su vida es una larga reflexión que lo expresa íntegramente, como artista y como hombre de mundo.
"Al llegar a mis ochenta y cinco años, no puedo desmentir que mi vida maduró navegando las dos corrientes de aquel Río de la Plata que crucé cuando muchacho en el "vapor de la carrera" y que une a nuestros dos países.
Tampoco que mi pintura actual es el final de una larga frase que comenzó borroneada con el hollín de las usinas de Avellaneda, se aclaró con el blanco de mi Casapueblo de Uruguay y que hoy se refuerza con el canto de los pájaros del Delta. Con tres hijos uruguayos y tres argentinos, culmino mi vida bajo dos banderas y desde mis dos talleres de ambas márgenes del río."
Entre otras vivencias que Páez Vilaró recuerda está la de la despedida de su madre, cuando llegó por primera vez a la Argentina. Cuenta: "Al salir me persigné con la espuma del mar, antes de decir adiós a mi madre y creo que aún en la mitad del río tenía la solapa húmeda de las lágrimas derramadas por ella en el momento de la despedida".
Páez Vilaró, nació en Montevideo, Uruguay, el 1° de noviembre de 1923. Viajó intensamente por el mundo registrando con una enorme amplitud de procedimientos las experiencias de vida en su magnífica obra de arte, siempre con estilo personal y jugando con un color rutilante. Mucho de lo elucubrado a lo largo de estas ocho décadas puede verse en la muestra presentada ahora en el Museo del Tigre, que inaugurada el 12 de julio continuará abierta hasta el 31 de agosto.
En la década del 50, Páez Vilaró conoció a Picasso, Dalí, De Chirico y Calder, en sus talleres. Este peregrinaje europeo inicial, el contacto con los museos, la pintura y los artistas, le dieron el impulso que necesitaba para un regreso a su país con todas las ganas de hacer cosas. Entre ellos, Pablo Picasso lo deslumbró al invitarlo a pasar revista de su obra, en su residencia taller de Villa California en los Alpes Marítimos. Ese impacto iba a quedar grabado para siempre en su memoria, como uno de los episodios más remarcables y emocionantes de su vida provocando además su incursión en el mundo de la cerámica.
El 13 de octubre de 1972 se vio vinculado a una historia muy alejada del arte. El avión en que viajaba su hijo Carlos Miguel desapareció en la Cordillera de los Andes y ello le impuso la consagración de tres meses de su vida para colaborar en las búsquedas. Luego de setenta días de dolorosos rastreos tuvo la alegría de recuperarlo vivo en vísperas de la Navidad.
PARA VISITAR LA MUESTRA
Hoy, Carlos Páez Vilaró vive la calma y la serenidad que le proporcionan una bella Casapueblo en el Tigre, rodeado de una vegetación exuberante y del rumor de miles de pájaros que viven entre las ramas de sus árboles. Hasta allí se puede llegar luego de recorrer la muestra en el Museo del Tigre, al que se accede por la ruta Panamericana y está situado a pocas cuadras de la estación de trenes del Tigre, en Paseo Victorica 972, de miércoles a viernes de 9 a 19 y sábados, domingos y feriados de 12 a 19. Además de la plata baja dedicada a "Fragmentos" de Páez Vilaró, en el Museo se puede visitar la planta superior, con una estupenda muestra permanente de pintura, en los salones del que fue el Casino del Tigre, una obra arquitectónica espectacular nacida de los primeros esplendores, en los albores del siglo XX, en esta Argentina que por entonces era prodigiosa.
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