Ya lo vas a ver, a Tigre jugando en Primera

Hace un año, con un golazo de chilena de Lazzaro, Tigre se imponía en el primer duelo de las promociones y quedaba a un paso del ascenso. Mañana, varios de aquellos gladiadores se jugarán todo en La Boca.

Tras consagrarse como vencedor del Torneo Reducido del Nacional B, Tigre clasifica para jugar la Promoción ante un equipo de Primera División. El jueves 21 de junio por la tarde, con un estadio de Victoria repleto, el equipo de Cagna continúa con una actitud ganadora y un rendimiento superlativo que venía encumbrado por su racha demoledora, y logra el triunfo por 1 a 0 con gol de Lazzaro, aguardando con expectativas la revancha que se jugaría tan solo cuatro días después. Tigre formó con: Daniel Islas; Gastón Stang, Alexis Ferrero y Juan Carlos Blengio; Martín Galmarini, Diego Castaño, Nicolás Torres y Matías Giménez; Lucas Wilchez; Leandro Lazzaro y Juan Pablo Pereyra. Luego ingresaron Salmerón por Lazzaro, Martín Morel por Wilchez y Román Martínez por Torres. El gol fue a los 31 minutos de la primera etapa, tras un saque largo de Islas y la histórica chilena de Lázzaro. Comentario: Diario La Nación Con un golazo, Tigre ganó el primer duelo Para el público que estuvo ayer en Victoria y presenció el triunfo de Tigre por 1-0 sobre Nueva Chicago, en Victoria, la sensación general fue que se invirtieron los roles. Con un primer tiempo brillante en todas sus líneas, Tigre, que busca el regreso a la primera división -su última incursión en la categoría data de 1980-, pareció un equipo con rodaje y experiencia para este tipo de partidos; Chicago, el de mayores pergaminos y que pretende quedarse en primera, mostró una versión desconocida, muy pálida futbolísticamente. A tal punto que pareció exigua la ventaja en favor de Tigre, ya que fue muy superior al equipo de Mataderos. La clave de la excelente producción de Tigre en la primera etapa estuvo en su mediocampo; manejó el control de la pelota, presionó constantemente y, además, tuvo continuidad ese dominio en el ataque, con dos incisivos delanteros: Lázzaro y Pereyra, que en ningún momento dieron por perdida una pelota y bajaron en más de una ocasión para darles una mano a sus defensores. El esquema de Tigre tuvo en Wilchez al conductor ideal; escurridizo, un enigma indescifrable para su marcador de turno. Además, Galmarini, Torres y Giménez fueron los laderos ideales que acompañaron a Wilchez, el cerebro del equipo de Victoria. Así, en dos oportunidades, Navarro Montoya debió esforzarse; tapó los remates de Wilchez y Pereyra, hasta que a los 31 minutos, llegó la obra maestra de la tarde: Leandro Lázzaro recibió una pelota en el borde del área grande; no la dejó picar y, de chilena, clavó un disparo en el ángulo izquierdo de Navarro Montoya. Un golazo. Enfrente, Chicago fue pura impotencia. Los jugadores del conjunto de Mataderos estuvieron desorientados en el primer tiempo; no pesaron Donda ni Carranza ni Higuaín, sus hombres con mejor manejo, e incluso su goleador de las últimas jornadas, Filomeno, entró en la misma sintonía que sus compañeros y naufragó en soledad. En su única llegada, Islas le tapó un mano a mano a Damonte y evitó una injusticia. En la segunda etapa, Tigre bajó la intensidad y pareció sentir el desgaste de haber jugado su sexto partido en 19 días, tras adjudicarse el Reducido de la primera B Nacional. Chicago, con más amor propio que ideas, intentó una reacción con arrestos individuales; no hubo caso, en el final pareció resignarse a su suerte. Ahora, quedan 90 minutos, que se jugarán a cara o cruz el lunes próximo. Para Tigre, puede ser el regreso tan esperado. www.catigre.com.ar