El comerciante Ernesto Roberto Matta, baleado en la cabeza ayer durante un robo a su casa de la localidad de Martínez en el que murieron tres delincuentes tras un tiroteo con policías, falleció esta mañana tras agonizar once horas en el Hospital de San Isidro, informaron fuentes policiales.
En tanto, el fiscal de Martínez a cargo de la investigación, Ariel Apolo, ordenó secuestrar todas las armas de los policías que participaron del enfrentamiento y de los ladrones, para intentar establecer quien baleó al comerciante, ya que en el lugar se hallaron más de 120 vainas servidas.
Los investigadores determinaron que dos de las armas secuestradas a los ladrones pertenecen a fuerzas de seguridad y creen que habían sido robadas días atrás.
Fuentes policiales confirmaron que el comerciante murió cerca de las diez de esta mañana como consecuencia de las heridas que había sufrido por el balazo que ingresó en su cabeza.
El hombre se hallaba internado en estado desesperante en terapia intensiva en el Hospital de San Isidro, donde había llegado cerca de las diez de la noche de ayer.
El hecho se produjo anoche cerca de las 21 en una casa de la calle Libertad 723, en la localidad de Martínez, en el norte del conurbano bonaerense, donde llegaba el comerciante Matta a bordo de su camioneta Jeep cuatro por cuatro. Se cree que en ese momento, cinco delincuentes llegaron al lugar en un Peugeot 405 azul y tres de ellos descendieron y amenazaron con armas a Matta, a quien le exigieron entrar en su casa en la que se hallaban su esposa y sus dos hijos, un varón y una mujer, ambos adolescentes.
Fuentes policiales dijeron que la hija del matrimonio escuchó desde el baño lo que le pasaba a su padre y llamó de inmediato al teléfono de emergencias policiales 911 para contar lo que ocurría.
Los ladrones entraron y juntaron a todo el grupo familiar en uno de los ambientes y hasta ese momento no se habían percatado del llamado a la policía.
Por eso, continuaron con el robo y juntaron todos los objetos de valor, dinero y joyas en un bolso, dijo la policía.
Pero cuando estaban a punto de escapar, observaron que en la puerta se encontraban dos móviles policiales de la comisaría 2 de San Isidro que recorrían las cuadrículas 7 y 5.
Fuentes judiciales dijeron que uno de los ladrones vestido de traje pretendió hacerse pasar por el dueño de casa y enfrentó a los policías, a quienes les preguntó qué hacían en el lugar.
En ese momento, los dos delincuentes que se hallaban en el Peugeot 405 salieron corriendo y escaparon por los techos de las casas vecinas, mientras que sus cómplices tomaron a la hija adolescente del matrimonio como escudo humano para escapar.
Según la policía, los ladrones salieron de la vivienda disparando con sus armas contra los cuatro efectivos de la comisaría de Martínez, quienes se parapetaron detrás de los patrulleros.
En cierto momento, la adolescente logró zafarse de los delincuentes y salió corriendo, momento en el cual los policías, uno de ellos con una pistola ametralladora Uzzi, comenzaron a disparar contra los asaltantes.
En medio del tiroteo en el que se dispararon al menos 120 tiros, el comerciante Matta salió de su casa a los gritos en defensa de su hija y recibió un balazo en la cabeza que lo dejó malherido en el piso de la puerta de entrada y, finalmente, le provocó la muerte.
Como consecuencia del enfrentamiento, los tres delincuentes también murieron a balazos dentro del auto Peugeot 405 en el cual pensaban escapar.
Según la policía, a los delincuentes muertos se les secuestraron cuatro pistolas, dos de las cuales habían sido robadas a fuerzas de seguridad y todos los cargadores vacíos.
Pero además, dentro del auto en el que llegaron los delincuentes fue encontrado un handy que pertenecía a una comisaría de la Policía Federal.
Los vecinos se mostraron alarmados esta mañana ante los periodistas debido a la intensidad del tiroteo y observaban con asombro los orificios provocados por los balazos en los frentes de las casas y en los autos que se hallaban estacionados en el lugar.
La camioneta Jeep del comerciante Matta, quien fue trasladado de inmediato al Hospital de San Isidro, quedó con varios orificios de bala.
Esta mañana, una cuñada del comerciante muerto dijo a los medios que su familia esta "destruida. Lo que pasó fue terrible, vinieron a matar. Estas son las cosas que le pasan a todos los argentinos", señaló.