El nuevo gabinete de guerra, que se centrará sólo en cuestiones relativas a la respuesta armada a los ataques del grupo islamista palestino Hamas y durará hasta que ésta termine, estará formado por Netanyahu, el líder opositor Benny Gantz y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, informaron el premier y Gantz en un comunicado conjunto.
En Gaza, en tanto, cinco días después de los ataques de Hamas en Israel, los palestinos buscaban lugares seguros luego de que bombardeos israelíes a una escala "sin precedentes" demolieran barrios enteros, mientras que la única central eléctrica del territorio se quedó sin combustible y se agotaban los insumos en los hospitales.
En Israel, autoridades informaron de varios heridos por cohetes lanzados desde Gaza contra distintas ciudades, mientras que el movimiento islamista libanés Hezbollah atacó posiciones militares en el norte israelí y el Ejército israelí respondió con bombardeos a la zona del sur del Líbano de donde provinieron los disparos.
El acuerdo entre Netanyahu y Gantz trae algo de unidad a la política israelí luego de años de amargas divisiones, aunque no aún por completo, ya que el jefe de la oposición, Yair Lapid, fue invitado al nuevo gabinete pero no respondió al ofrecimiento, al menos de inmediato.
El resto del Gobierno de coalición de Netanyahu -un conjunto de partidos nacionalistas de extrema derecha y judíos ultraortodoxos- seguirá en sus puestos encargado de los asuntos cotidianos no relativos a la respuesta militar a los ataques de Hamas.
En Gaza, autoridades dijeron que los ataques aéreos redujeron a escombros barrios enteros y dejaron una cifra desconocida de muertos enterrados, tras una nueva noche de bombardeos masivos pese a que Hamas y otros grupos tienen en su poder allí a unas 150 personas secuestradas en Israel durante los ataques del fin de semana pasado.
“Estamos atacando la Franja de Gaza a una escala sin precedentes, porque lo que pasó aquí es algo que nunca había pasado antes", dijo hoy a periodistas el jefe de la Fuerza Aérea israelí, general Omer Tishler.
El sábado pasado, cientos de milicianos de Hamas se infiltraron en Israel desde la Franja de Gaza y mataron a centenares de civiles en sus casas, en las calles y en una fiesta electrónica al aire libre. Desde entonces, Hamas y otros grupos armados de Gaza han continuado disparando cohetes hacia Israel.
Se espera que el conflicto escale aún más, en medio de especulaciones de que Israel se prepara a lanzar una ofensiva terrestre contra Hamas.
En la Franja de Gaza, el Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas dijo hoy que 1.100 palestinos, en su mayoría civiles, murieron en los bombardeos de Israel y que 5.300 resultaron heridos.
En Israel, el Ejército elevó hoy a más de 1.200 la cifra de israelíes muertos en los ataques de Hamas, entre ellos 169 soldados. El Ministerio de Salud israelí cifró los heridos en 3.007, entre ellos 28 en estado crítico y otros 354 con lesiones serias.
Israel dijo que encontró los cadáveres de 1.500 milicianos de Hamas en su territorio.
Después del ataque, Israel detuvo la entrada de alimentos, agua, combustible y medicinas al territorio, una franja de tierra de 40 kilómetros de largo encajada entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo que alberga a 2,3 millones de palestinos. El único acceso restante desde Egipto fue cerrado ayer luego de ataques aéreos cerca del cruce fronterizo.
Mientras los palestinos se agolpaban en escuelas de la ONU y en un número cada vez menor de barrios seguros, organizaciones humanitarias insistieron con la necesidad de abrir corredores humanitarios para hacer llegar la ayuda, advirtiendo que hospitales abrumados por la afluencia de heridos se estaban quedando sin suministros.
Además, la única central eléctrica de la Franja de Gaza se detuvo este miércoles por falta de carburante, dijo el jefe de la Autoridad de Energía del enclave palestino, dos días después de que Israel anunciara el cese del suministro de electricidad.
Jalal Ismail agregó que ahora la única fuente de electricidad en toda la región eran grupos electrógenos, pero que se estaba terminando el combustible para alimentarlos.
Israel ha movilizado a 360.000 reservistas y parece cada vez más probable que lance una ofensiva terrestre en Gaza, mientras su Gobierno se encuentra bajo intensa presión pública para derrocar a Hamas, que ha gobernado el territorio desde 2007 y mantuvo firmemente el control durante cuatro ofensivas israelíes anteriores.
La madrugada del miércoles, al menos 30 personas fallecieron en el enclave en cientos de bombardeos israelíes, que afectaron edificios de viviendas, fábricas, mezquitas y tiendas, según Hamas.
El Ejército israelí dijo que varios objetivos del movimiento islamista fueron alcanzados.
Los aviones de combate israelíes bombardearon igualmente la Universidad Islámica, vinculada a Hamas, y derribaron varios edificios, informó la agencia de noticias AFP.
El Ministerio del Interior de Hamas dijo que los ataques aéreos israelíes destruyeron todo el barrio de al-Karama de Ciudad de Gaza, dejando un “gran número” de personas muertas o heridas.
La ONU dijo hoy que más de 260.000 personas han huido de sus hogares en Gaza por los bombardeos israelíes, la mayor cantidad desde que una ofensiva aérea y terrestre de Israel en 2014 desarraigó a unas 400.000.
La gran mayoría se está refugiando en escuelas administradas por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Los daños a tres sitios de agua y saneamiento han cortado los servicios a 400.000 personas, agregó la ONU.
El Ejército de Israel dijo hoy que lanzó ataques contra 2.687 blancos de Gaza desde el sábado, incluyendo 1.329 contra edificios de varios pisos donde Hamas tiene oficinas o activos.
El Ejército agregó que Hamas y otros grupos armados de Gaza lanzaron más de 5.000 cohetes a territorio israelí en el mismo lapso.
Hoy, seis personas resultaron heridas por una andanada de cohetes lanzada contra la ciudad costera israelí de Ascalón, al norte de Gaza, que fue reivindicada por Hamas y por el grupo palestino Yihad Islámica. Uno cohete impactó en un hospital de la ciudad, pero no causó víctimas.
Más cohetes fueron lanzados desde Gaza la zona de Tel Aviv, pero sin causar víctimas.
El martes por la noche, un grupo de milicianos entró en una zona industrial en Ascalón, provocando un tiroteo con las tropas israelíes, dijo el Ejército. Tres milicianos murieron, y las tropas buscaban a otros en la zona, agregó la misma fuente.
En el norte de Israel, en tanto, Hezbollah disparó hoy misiles antitanque contra una posición militar israelí y afirmó haber matado e herido a tropas.
El ejército israelí confirmó el ataque pero no hizo comentarios sobre posibles víctimas.
El Ejército bombardeó luego la zona del sur del Líbano donde se lanzó el ataque.
La Agencia Nacional de Noticias (ANN) del Líbano dijo más tarde que tres civiles resultaron heridos y 10 casas destruidas por bombardeos israelíes en los sureños poblados de Marwaheen y Duhaira.