Un gendarme fue asesinado de un balazo cuando conversaba en la puerta de la casa de una mujer en el partido de San Miguel, y los investigadores creen que se trató de un crimen pasional y buscan a dos presuntos delincuentes que concretaron el homicidio.
Fuentes policiales dijeron que el hecho ocurrió en Rosseti, entre Paso y Saavedra, de ese partido del norte del conurbano, donde fue asesinado el gendarme César Rivero, quien intentó resistirse y disparó al menos diez tiros pero al parecer no logró herir a ninguno de sus atacantes. Según los investigadores, la única testigo del hecho es la mujer con la que conversaba la víctima, quien relató que se hallaba con Rivero que había llegado a bordo de su auto Fiat Siena blanco y fueron sorprendidos por dos hombres que pretendieron robarle. La mujer aseguró que cuando vio a los hombres le dijo a Rivero "quedate quieto que vienen a robarnos", pero que el gendarme tomó su arma reglamentaria y quiso resistirse. Por eso, uno de los delincuentes vio que el gendarme estaba armado y le disparó un tiro que ingresó por el hombro izquierdo y salió por el omóplato derecho. Según la mujer, a pesar de la herida, el gendarme bajó del auto para resistirse y disparó al menos diez tiros con su arma reglamentaria, pero al parecer no logró herir a ninguno de sus atacantes. Rivero fue trasladado luego por una ambulancia de los bomberos hasta un hospital de la zona, donde finalmente murió como consecuencia de las heridas, dijo un jefe policial. Efectivos de la comisaría 1 de San Miguel que llegaron al lugar a los pocos minutos observaron al menos diez vainas servidas del calibre 9 milímetros y se entrevistaron con la mujer. A los investigadores les llamó la atención que la mujer había guardado dentro de una bolsa plástica el arma reglamentaria de Rivero, una pistola Browning 9 milímetros, y la había escondido detrás de un placard. Para los pesquisas, el crimen del gendarme está relacionado a un crimen pasional, aunque tampoco descartan que se haya tratado de un intento de robo.
