El enganche que llevó al Matador al subcampeonato se muda a Arabia. Priorizó el bienestar económico por sobre el fútbol y viajará en los próximos días para cerrar su contrato con el nuevo club
Intentando superar el mal trago, al que se le suman los pésimos resultados y el magro rendimiento en el ámbito local, el plantel se dispuso a entrenar para batirse con Gimnasia, en La Plata, de igual a igual.
Sólo un puñado de victorias mutarán esa utopía de volver a formar parte de la Copa Libertadores en la realidad, palpable. Con pasaporte y bolso de mano al día.
Un comunicado oficial informó una lesión en el futbolista que poco tiempo atrás deleitaba a los fanáticos de los torneos regionales a cambio de $50 por partido. Situación extraña, compleja, apta para malpensados; sobretodo si se recuerda de dónde viene: del fútbol.
Sergio Massa aseguró la venta de Martín Morel a un club de Arabia, aunque se negó a dar mayores precisiones como ser dinero y porcentaje del pase transferido. “El nombre del club ni me lo pidas, me matás…”. El viaje del jugador se realizará en los próximos días, sellará su contrato para ser presentado con la nueva camiseta y despedirse por años del fútbol grande a cambio de algunos ceros extras en la cuenta bancaria. Como José Sand y Leonardo Pisculichi, jugadores interesantes y desaparecidos de la elite para la que fueron concebidos.
En fin, con un torneo en disputa y sin posibilidades de cumplir el primero de los sueños coperos para la presente temporada -conclusiones al margen-, lo concreto es el final de un ciclo. El de Morel, que sigue los pasos de Román Martínez, Sebastián Rusculleda y tantos otros. Esos que hicieron grande al Matador.
