Tigre está en la dulce espera

En un ambiente distendido, de tranquilidad y de optimismo. Con la ansiedad lógica de los días previos a una final, pero alejado de las presiones y disfrutando al máximo de este momento, el hambriento Tigre de Diego Cagna se prepara para tratar de dar el mayor zarpazo de su vida.

Son conscientes en Victoria de que la hazaña está al alcance de las manos. No se sienten menos que nadie. "Nosotros tenemos hambre y ganas de quedar en la historia del club. Si quieren ganarnos tendrán que correr y meter más que nosotros", afirma Rodolfo Arruabarrena. Conoce de estas circunstancias el Vasco. Sabe de partidos decisivos y de la importancia de mantener la calma. Y se lo ve bromeando y divirtiéndose como un chico, a la par de los más jóvenes. Barrenando en el barro y haciendo barrenar a sus compañeros. Eje fundamental desde su experiencia, en lo futbolístico y en lo anímico, Arruabarrena asegura que "esto hay que vivirlo con tranquilidad. Trabajar durante la semana, como lo hicimos hasta ahora. Y el domingo, dejar todo en la cancha y después ver qué pasa con Boca y San Lorenzo". Con la práctica de fútbol en Hindú, se cree que el equipo será el mismo que inició el encuentro ante Central. No obstante, no se descarta el ingreso de Leandro Lazzaro entre los titulares. Lo negativo es que el partido de Reserva ante River, disputado el martes, le trajo complicaciones a Cagna para el armado del banco. La lesión de Cristian Bardaro y la expulsión de Jonathan Blanco dejan a ambos jugadores al margen del decisivo encuentro del domingo ante Banfield. El delantero, quien se resintió su maltratada rodilla izquierda, en una jugada desafortunada en la que el arquero Marinelli le cayó encima, se perderá incluso un eventual desempate. La resonancia magnética que se le realizó acusó una contusión ósea y lesión del ligamento colateral interno. Por su otro lado, Pablo Fontanello se entrenó con normalidad tras su lesión en la rodilla derecha.