Guillermo Tarapow probó una lancha de alta velocidad y se entusiasmó con competir.
Hace dos años, fue el hombre que conmovió a la sociedad por su solitaria y tenaz permanencia a bordo del incendiado rompehielos Almirante Irízar. Por entonces, en abril de 2007, Guillermo Tarapow era capitán de fragata y comandante del emblemático buque antártico. Ese año dejó la Armada y se postuló como candidato a diputado como parte del proyecto de Alberto Rodríguez Saá. Hoy se apresta a iniciar otra actividad: competir en motonáutica. Tarapow probó en el delta de Tigre una de las lanchas de la F1 Power Boat, categoría nacional en la cual las embarcaciones superan los 180 kilómetros por hora. La experiencia le despertó un entusiasmo similar al que lo llevó a estar relacionado durante 20 años con la Antártida. "Estas lanchas son como la unión entre un avión y un buque. Me encanta la posibilidad de competir como un hobby", comentó Tarapow. "Estoy disfrutando de una total libertad, en un período de mi vida especial", contó Tarapow, que hasta diciembre último fue director de la Casa de San Luis en la Capital. Mientras el Irízar se encuentra en un dique en el comienzo de las reparaciones, el último comandante de ese navío tiene en carpeta varios proyectos profesionales vinculados con la actividad marítima. Espera que el paso del tiempo le permita "dejar de ser el viudo del Irízar".Las cartas de apoyo
Fue ese suceso de abril de 2007 "un fuerte temporal" en su vida. Aún contesta los cientos de cartas de apoyo que recibió por su decisión de quedarse solo como comandante del buque, en el puesto de mando, por más que existiese un real riesgo de explosión del rompehielos, además de una orden de sus superiores para que lo abandonara.
Busca responder, ahora, las últimas tres cajas llenas de escritos que conserva en su oficina. Quiere agradecer individualmente a cada uno de aquellos que lo fortalecieron con un mensaje de respaldo.
Mientras tanto, piensa en la motonáutica, esa especialidad en la que se hizo conocido el actual gobernador bonaerense, Daniel Scioli. El piloto Gustavo Ramírez le prestó a Tarapow su lancha para realizar la primera prueba. Le gustó y, en breve, el oficial retirado volverá a navegar, en otras situaciones, pero con la pasión de siempre.
"Luego de la prueba me estuve asesorando bien de los pasos a seguir para poder correr, pero de concretar algunos contactos con empresas, es casi un hecho que antes de fin de año me integraré a la categoría. La velocidad siempre ha sido una de mis pasiones y tener la posibilidad de participar en esta especialidad es una gran oportunidad. No dudo de que dentro de poco volveré a probar y estaré en el agua todo el tiempo necesario para llegar con buena práctica a mi primera carrera", comentó Tarapow luego de acelerar rumbo a otro desafío en su vida.
