Tigre, Hindu de Don Torcuato. Gonzalo Quesada. "Fue muy fuerte volver a vestir la camiseta de Hindú"

El último sábado, Gonzalo Quesada cumplió uno de sus sueños: volver a vestir la camiseta de Hindú. Aunque sea en un partido de la Intermedia y por unos pocos minutos, Queso cumplió con su deseo de lucir nuevamente la 10 del equipo de Don Torcuato. Y había que ver la alegría que tenía Gonza una vez que terminó el partido de las Intermedias. A él no le importaba el rival, ni la situación, sino que lo motivaba el hecho de volver a jugar con sus amigos. -¿Cómo viviste el sábado? -Y se fue bastante rápido. Me levanté, me armé el bolso y no hubo mucho más tiempo para pensar en lo que se venía porque nos juntamos a las 11:15 hs. en el club. Después, almorzamos todos juntos y me fui a ver al kinesiólogo para que me afloje y me haga masajes porque todavía estaba duro por el trabajo de la semana. Y cuando me fui para la cancha, casi no tuve tiempo de pensar que ya estaba adentro, por eso, fue todo bastante rápido. -Cuándo pisaste otra vez el campo de juego con la camiseta de Hindú, ¿sentiste algún cosquilleo como cuándo empezaste? -Y sí, la verdad es que fue una mezcla de cosas, fue muy fuerte y tuve que hacer un gran esfuerzo para no dejarme sobrepasar por esas sensaciones. -¿Sabías que ibas a jugar cuarenta minutos (jugó todo el segundo tiempo)? -No, no sabía. Lo que si sabía era que no empezaba el partido, pero no sabía si iba a jugar quince, veinte minutos o un tiempo. -¿Qué pasó por tu cabeza cuándo quedaste sólo con la pelota para patear tu primera conversión en este regreso? -Yo estaba tranquilo, pero sabía que había muchos que estaban diciendo a ver que pasa hoy que vuelve a patear, pero más allá de que encima se me cayó la pelota cuando la acomodaba, la conversión entró porque hubiera sido una lástima errar la primera patada. -Convertiste, aunque no te alcanzaron el tie verde y pateaste con arena, que fue cómo empezar desde abajo de nuevo... -Sí y no lo puedo creer porque soy muy hincha pelotas con eso y pregunté como diez veces antes del partido si iba a estar el tie porque es el que usa la primera. Al final, no lo tenían y, por suerte, la metí igual. -¿Qué balance hacés de tu regreso? -Bueno, con sensaciones bastante mezcladas. Por un lado, la emoción de volver a jugar en esta cancha que tiene mucho significado para mí, por eso, fue especial y traté de no darme mucha manija por son muchos años de esperar este momento y no quería pensar más de la cuenta. Por otro lado, tenía una palma terrible que no ayudaba mucho. Ya en la entrada en calor me di cuenta que me iba a faltar el aire. Pero después, en el partido, tuve sensaciones muy buenas, aunque se notó que sólo tuve dos entrenamientos con el equipo, y encima Pucará jugó muy bien, obligándonos a cometer muchos penales. Y también, estuve un poco frustrado porque no pudimos jugar como lo habíamos preparado durante la semana, mérito de Pucará y culpa nuestra porque no supimos tener más disciplina, ir más decididos a la limpieza de los rucks y cuidar más nuestras pelotas.