Matías Almeyda y su mujer, la ex modelo Luciana García Pena, abren las puertas de su hogar en Nordelta y presentan a sus tres hijas: Sofía, Azul y Serena. Cuentan su historia de amor que empezó hace 14 años durante el Mundial de Francia 98 y cómo vencieron la depresión en la que él cayó cuando se retiró del fútbol. "Mi familia me alienta a superarme y a seguir adelante: no hubiese logrado nada sin ella", admite el director técnico de River Plate.
También cuentan como anécdota, sobre su participación como invitados en la boda del cantante Justin Timberlake y la actriz Jessica Biel con una ceremonia bajo las estrellas y a la luz de las velas en el sur de Italia. "Fue mágico, queremos recordarlo cada momento", confesó él.
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