Ante la crisis económica, los trabajadores y las trabajadoras de Argentina se organizan y comienzan a gestionar sus propias fuentes laborales. En el último semestre 20 nuevos establecimientos fueron recuperados bajo gestión obrera.
Según el presidente del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, Luis Caro, los empresarios llevan sus fábricas a la quiebra ante la crisis, en lugar de asumir los riesgos.
Los rubros más afectados son el metalúrgico, la producción de autopartes y la industria textil.
El dirigente afirmó que hay unos 10 mil trabajadores en todo el país que desarrollan sus labores en el marco de un sistema de producción bajo gestión obrera.
Explicó además que los beneficiarios de este tipo de modelos se duplican si se tiene en cuenta a los proveedores.
Luis Caro también sostuvo que donde hay prestación de mano de obra por parte de los trabajadores, se puede entablar este nuevo proceso de recuperación del trabajo.
Dentro del movimiento hay un fondo solidario que se genera desde las fábricas ya recuperadas para poder conectar la luz, comprar insumos y ayudar a los obreros a sostener sus hogares.
El proceso de recuperación de fábricas por parte de sus trabajadores tuvo un fuerte desarrollo luego de la crisis del año 2001 en Argentina, cuando los grandes inversores huían del país dejando a los obreros en la calle.
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