EN VIVO!!

FM RDT EN VIVO

FM RDT 106.9 mhz de Don Torcuato al mundo entero!

ESCUCHA EN VIVO POR INTERNET

miércoles, 11 de febrero de 2009

El mural de Siqueiros, pintado en el sotano de Botana en Don Torcuato, comienza a verse en todo su esplendor

A más de dos meses del inicio de la restauración de la obra Ejercicio plástico.
A más de dos meses del inicio de la restauración de la obra "Ejercicio plástico", las figuras sensuales de la monumental obra empiezan a revelar sus secretos. El artista mexicano pintó el mural en el país con la ayuda de Berni, Spilimbergo, Castagnino y Lázaro. A más de dos meses del inicio de la restauración del mural "Ejercicio plástico", que el mexicano David Alfaro Siqueiros pintó en el país con la ayuda de Berni, Spilimbergo, Castagnino y Lázaro, las figuras sensuales de la monumental obra comienzan a vislumbrarse en todo su esplendor y a revelar sus secretos, e incluso podrá esclarecerse en poco tiempo qué artista pintó cada parte. "Ahora empezamos a ver cierta diferencia entre una imagen y otra, entre una solución u otra, se empiezan a ver esos matices sutiles en la ejecución, la forma en que se aplicó el color o en qué se resolvió determinado elemento, empiezan a apreciarse cosas que antes no veíamos", confirmaron el mexicano Manuel Serrano y el argentino Néstor Barrio, a cargo del equipo que se dedica la restauración de la obra. ¿Se podrá saber si alguna parte del mural fue pintada por un artista o por otro? "No dudo que así sea", aseguró Serrano: "Ahora el mural se puede ver con mayor claridad, y tanto historiadores del arte como críticos que conozcan profundamente la obra de un pintor o de otro pueden encontrar características similares dentro de la obra de estos pintores", explicó. El mural "Ejercicio plástico", el único pintado por Siqueiros sin un mensaje político, sólo conserva de dos a doce milímetros de espesor, y exhibe una serie de figuras sensuales, desnudas, que aparentan nadar por las paredes y techos de la obra, cuyo proceso de restauración fue registrado día a día, con fotografías y materiales audiovisuales que luego serán compilados en una publicación. Mucho se habló acerca de si una de las figuras de la obra es la mujer de Siqueiros de ese entonces, la uruguaya Blanca Luz Braum. Yo creo que no hay ninguna certeza, no se puede comprobar -opinó Serrano-, la especialista en arte Raquel Tibol contestó a esta pregunta de una manera muy contundente al decir que el pintor no podía desnudar a su esposa para que la pintaran él y sus amigos... ¿verdad?", dijo el mexicano. Sobre la imagen del mural, Serrano explicó que "no hubo algo así como un hallazgo. Las figuras siempre estaban ahí pero la lectura no era tan fácil como lo es ahora, nos encontramos con que los ojos de una figura resultaron ser azules, pues porque tenían una capa de suciedad que no se apreciaba, pero son sutilezas que se van revelando", detalló. En un enorme galpón montado en la ex Aduana Taylor, detrás de la Casa de Gobierno, un equipo de 40 personas trabaja con dedicación cada día sobre las seis partes en que se dividió la obra de 200 metros cuadrados pintada en 1933 en la finca Los Granados de Don Torcuato (Ruta 202 y Richieri), que planea ser exhibida en el 2010 para los festejos del Bicentenario de la Argentina. El mural pintado en un sótano de 200 metros cuadrados, con una continuidad del diseño de una pared a otra y una composición dinámica, posee "una potencia plástica arrolladora" -a juicio de Barrio-, "con características compositivas muy especiales, porque no hay un solo punto de vista favorable, sino que hay múltiples ángulos". "Da la sensación de que es el mural el que lo mira a uno, y no nosotros al mural. Los personajes que están pintados allí están esperando que entre el espectador para mirarlo", coincidieron los especialistas. Desde que comenzaron la tarea de restauración, el mural atravesó varias etapas: se le removió toda la suciedad y barro que tenía sobre la superficie, acumulada con el paso del tiempo, se le hicieron tomas de reflectografía infrarroja para ver la imagen original, y actualmente se está reintegrando el color de la pintura en las partes más desgastadas con un pequeñísimo pincel. Es sabido que el mural, pintado por Siqueiros con la ayuda de Antonio Berni, Lino Spilimergo, Alvaro Castagnino y Enrique Lázaro, en una propiedad de Natalio Botana que luego fue vendida y que enredó a la obra en una larga disputa judicial, se extrajo y pasó luego 17 años guardada en contenedores hasta que, por un acuerdo entre los propietarios y el gobierno argentino, se pudo desmontar para su restauración. "Después de tantos años de haber estado los contenedores expuestos a la intemperie, esperábamos una situación pues digamos difícil de conservación, pero afortunadamente la técnica con que fue pintada el mural, un silicato, resistió las inclemencias del tiempo", señaló Serrano. "La lógica -continuó Barrio- decía que íbamos a encontrar mucho deterioro y francamente no fue así. Hay que decir que se ha hablado mucho y se vio poco. Fue un verdadero alivio comprobar el estado de la superficie pictórica. Otra preocupación era los procesos de corrosión que podrían haber afectado la estructura metálica que sostiene el mural, cosa que tampoco ocurrió", agregó el especialista de la Universidad de San Martín. Siqueiros y compañía pintaron el mural con un aerógrafo, una pistola de aire, con la que aplicaron el color, "es como un baño de color -detalló Serrano- entonces nosotros, allí donde falte color, utilizamos un pincel usando sólo la punta, con una pintura que está protegida con un sellador, en base a las normas de restauración vigentes internacionalmente". Fue la presidenta Cristina Fernández, durante su gestión como senadora y en un viaje a México, quien se ocupó de destrabar la situación del mural, dando inicio al proceso de recuperación, oportunidad en la solicitó a la justicia argentina la autorización para retirar la obra de los contenedores donde se encontraban, para proceder a su montaje e iniciar el actual proceso de restauración. Considerado una de las figuras más representativas del muralismo mexicano, Siqueiros (1896-1974) había llegado a Buenos Aires invitado por Victoria Ocampo, el mismo año que pintó el famoso mural, declarado de interés histórico artístico y que será exhibido por el Estado en el 2010 como una de las grandes obras del Bicentenario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario de la noticia:

Archivo del blog